Título original: Mussolini: Ultimo atto
Dirección: Carlo Lizzani
Guion: Carlo Lizzani, Fabio Pittorru
Música: Ennio Morricone
Fotografía: Roberto Gerardi
Reparto: Rod Steiger, Franco Nero, Lisa Gastoni, Henry Fonda, Lino Capolicchio, Giuseppe Addobbati, Giacomo Rossi-Stuart
Productora: Aquila Cinematografica
País: Italia
Año: 1974
Duración: 125 min.

Con bastante detalle, un realismo enorme y un rigor histórico bastante elogiable, esta película nos coloca en los cuatro últimos días de vida de Benito Mussolini, “presidente” -títere de los nazis para la mayoría- de la Republica Sociale Italiana, estado habilitado gracias a la ocupación alemana del norte de Italia tras la deposición mediante alzamiento militar del régimen fascista en 1943 y el cambio de bando del estado italiano en la guerra mundial en favor de las fuerzas aliadas. Esto provocó básicamente una guerra civil en Italia, con el ejército de los EEUU avanzando hacia el norte desde el sur junto con el italiano y combatientes otras naciones aliadas, y en el norte con bombardeos habituales y miles y miles de milicias principalmente coordinadas por el Partido Comunista saboteando la retaguardia y matando soldados alemanes y fascistas italianos.

La película empieza con Mussolini a punto de huir de Milán, desbordado por las noticias de los avances militares desde el sur y la penetración del Ejército Rojo en Berlín. La Wehrmacht tiene instrucciones de no dejarle huir a Suiza, matándolo si es preciso, puesto que su permanencia al frente de la RSI legitima la propia existencia del moribundo III Reich. Y a lo largo del film veremos los piques entre las fuerzas fascistas y nazis, la Iglesia de por miedo jugando a dos bandos -antes jugaban sólo al bando fascista, pero la conquista de cada vez mayor parte de Italia por parte de los Aliados les obligó a desarrollar otras estrategias de dominación-, la pelea entre Ejército de los EEUU, consulados en Suiza, guerrilla comunista y Comité Unitario de la Resistencia por ser el primer grupo en cazar a Mussolini, y sobre todo la desconfianza mutua entre las fuerzas aliadas sobre qué va a ocurrir con ‘il Duce’ si lo captura el otro sector: los yanquis temen la ejecución sumaria de un posible aliado política en una Europa disputada entre Capitalismo y Comunismo, y los comunistas temen que quede vivo para servir a los intereses contrarios a la clase obrera en una Italia que continúe bajo el Capital. Mussolini ya había sido condenado a muerte por la Resistencia Italiana, pero las propias fuerzas políticas que la componían tenían disputas internas sobre qué hacer con él: ejecución en el acto, juicio público -el cual ya se había celebrado, pero sin él-, entregarlo a los estadounidenses… En cualquier caso, esta riqueza de matices en uno de los puntos más exitosos del film, mostrando la diversidad de opiniones internas en ambos frentes.

Otro punto excelente del film es el trato de la figura de ‘il Condottiero’, que aparece como un político derrotado, que va viendo cómo cada vez tiene menos apoyo, dejándole tirado sus propios correligionarios del Partido Fascista, y finalmente los soldados nazis que lo tienen secuestrado. Es un manipulador hasta el final con su esposa, ocultándole que consigue tener una cita final con su amante Clara Pettaci, la cual lleva a ésta a su mismo destino. Y desde luego, es bien mostrada su cobardía, traicionando, escondiéndose, desdiciéndose y lo que haga falta con tal de salvar el pellejo, a la vez que exigía a su territorio y al resto de su Partido a resistir hasta el final. Las últimas horas de Benito aparecen bien detalladas, así como el transporte de sus ejecutores a la zona de captura, y sólo echamos de menos que hubieran rodado unos fotogramas del linchamiento que el pueblo milanés hizo de su cadáver y del de Clara, siendo colgados más tarde por los pies y dejados ahí un par de días, hasta que unos apenados yanquis los bajaron. Mucha gente de la actualidad que políticamente está cerca de Mussolini merece tener el mismo final, pero sólo esperamos que no lleguen a generar las atrocidades que este personaje provocó como para que acabara de esta manera.

Muy recomendable.

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