El juicio de los 7 de Chicago

Título original: The Trial of the Chicago 7
Dirección: Aaron Sorkin
Guion:
Aaron Sorkin
Música: Daniel Pemberton
Fotografía: Phedon Papamichael
Reparto: Eddie Redmayne, Sacha Baron Cohen, Mark Rylance, Frank Langella, Joseph Gordon-Levitt, Jeremy Strong, John Carroll Lynch, Alex Sharp, Yahya Abdul-Mateen II, Michael Keaton, Ben Shenkman, J.C. MacKenzie, Noah Robbins
Productora:
Coproducción Estados Unidos-Reino Unido; Amblin Partners, Paramount Pictures, Cross Creek Pictures, Marc Platt Productions, Reliance Entertainment, DreamWorks SKG, MadRiver Pictures, ShivHans Pictures
País: Estados Unidos
Año: 2020
Duración: 129 min.

En agosto de 1968 diversas fuerzas políticas unidas por su oposición a la guerra de Vietnam convocaron una multitudinaria manifestación a nivel de todos los EEUU en la Convención Nacional Demócrata, donde se iba a decidir quién iba a enfrentarse al Partido Republicano (encabezado por el infame Richard Nixon) en los comicios electolares de unos meses más tarde. Pero el resultado era sabido de antemano: Robert Kennedy, contrario a la guerra de Vietnam, iba a enfrentarse a Hubert Humphrey, partidario de proseguir la guerra, pero tres meses antes Robert Kennedy fue casualmente asesinado, y el nuevo rival de Humprey no tenía el peso y la carisma que el senador católico, así que ganó la convención. Esto era sabido de antemano por todo el movimiento antimilitarista, que había vivido el asesinato de Bob Kennedy y de otras personas públicamente opuestas a la guerra, como Martin Luther King. La frustración que se apoderó de buena parte de una generación frente a la corrupta política de los EEUU fue un caldo de cultivo para muchos de estos movimientos, que confluyendo haciendo historia en los primeros disturbios que se dieron en la historia delante de una convención de los dos partidos oficiales de los EEUU.

Con Nixon en la presidencia, la fiscalía del Estado denunció a ocho partícipes de la manifestación, que finalmente serían siete: Rennie Davis, Tom Hayden (destacados miembros del sindicato estudiantil de izquierda radical Students for a Democratic Society), Abbie Hoffman, Jerry Rubin (destacados militantes del Partido Internacional de la Juventud, organización de tendencia anarquista), John Froines, Lee Weiner (activistas pacifistas también vinculados al antirracismo), David Dellinger (veterano activista antimilitarista internacionalmente conocido, antiguo miembro del Partido Socialista, voluntario en la conducción de ambulancias durante la guerra civil para el bando republicano, encarcelado en la Segunda Guerra Mundial por objetor de conciencia y muy vinculado al antirracismo y al antibelicismo que lo había llevado al Movimiento de Derechos Civiles, a Vietnam del Norte y a una estrecha cercanía a las Panteras Negras, aunque la interesante vida de este personaje apenas se resume en el film a simple antimilitarismo) y Bobby Seals, uno de los más destacados dirigentes del Partido de las Panteras Negras. El objetivo era tan claro como reprimir a figuras destacadas de estos movimientos con el fin de aleccionar a la población de que criticar a la guerra de Vietnam de esta forma tan activa podía tener consecuencias.

Como versión dramatizada de un hecho real, multitud de situaciones que ocurrieron tanto en la propia anti-convención como en el juicio no aparecen reflejadas pese a su importante, pero sí que tiene el mérito de recoger gran parte de ese espíritu en multitud de escenas que dan fe de lo sucedido, en algunas ocasiones reproduciendo casi al milímetro fotogramas de los disturbios y dibujos de los que se hicieron durante el juicio. El despotismo y la parcialidad del juez, las manipulaciones de la fiscalía dentro y fuera del juicio, y la guasa a como se tomaron varios de los acusados el juicio, quedan bastante bien reflejados. También diversos aspectos de la movilización, en especial las provocaciones a las que estuvo permanentemente sometida por parte de la policía, efectuando detenciones estratégicas e infundamentadas, agrediendo a los presentes e infiltrando en las movilizaciones multitud de policías para que luego declararan en contra de los acusados en el juicio. Sin olvidar el funesto papel del ayuntamiento boicoteando todo lo posible el evento, y el despliegue de miles de miembros de la policía y de la Guardia Nacional.

En lo que no entra tanto el film es en la campaña internacional de apoyo que hubo, y en que delante del juicio se declaró varias veces la guerra entre manifestantes de ultraderecha y gente que estaba apoyando a los acusados. Terminaron desplegando a la Guardia Nacional de nuevo para asegurar que el juicio transcurriera con normalidad también fuera, frente a una gente concentrada cada vez más indignada por las noticias del juicio que iban apareciendo en la prensa y que iban demostrando el nivel de injusticia que se daba en el juicio, obviando pruebas, rechazando testimonios de la defensa y discriminando a Bobby Seals por ser negro. Además, durante el juicio tuvo lugar también en Chicago el asesinato a sangre fría por parte de la policía de Fred Hampton, dirigente local del Partido de las Panteras Negras.

Combinando muy bien los hechos históricos con el humor y el drama de los acontecimientos, tenemos una película muy fiel a los acontecimientos que ocurrieron, que coloca una narrativa muy veraz a lo que ocurrió, y que rinde un justo homenaje a los personajes que van apareciendo víctimas del sistema político y judicial estadounidense. Muy recomendable.

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