Título original: HyperNormalisation
Dirección: Adam Curtis
Guion: Adam Curtis
Productora: BBC
País: Reino Unido
Año: 2016
Duración: 166 min.

Para intentar explicar la época en la que se elabora el documental -el reciente triunfo de Trump en EEUU, los primeros avances de la ultraderecha en occidente, el auge del yihadismo…- se hace un análisis de las últimas décadas y de las consecuencias que han dejado en el presente, que es muy parecido a nuestro presente ya que tan pocos años han pasado. Un ejercicio de análisis histórico reciente que como cualquier ejercicio de ese tipo, sobre épocas tan cercana, tiene multitud de sesgos, pero que a la vez constituye un documento excelente de cómo se ha llegado a muchos de los contextos que a día de hoy se siguen sufriendo de manera implacable. Veremos los modelos de privatización de las ciudades que han derivado a la gentrificación y la turistifación como herramientas de superviviencia del capitalismo, el apogeo del Imperio Trump, la desestabilización del norte de África y del oeste asiático y el reguero de cadáveres provocados por guerras, Israel y atentados suicidas, y el sentimiento de las sociedades occidentales de que no hay nada que hacer frente a todo esto y sólo queda drogarse e invertir.

En un contexto de genocidio de Israel contra Palestina una vez más, con Donald Trump de nuevo como candidato a la presidencia de EEUU y unas situaciones de precariedad social invivibles por buena parte de la población occidental, todo esto suena muy actual.

Lo que más nos ha gustado del documental es que pone el énfasis en temas que no aparecen normalmente: los entresijos de la política occidental, la implantación del capitalismo en la antigua URSS, la conflictividad provocada por Occidente en el mundo árabe, los cambios en los medios de vida y en la comunicación… Peca sin duda de un pesimismo extremo, de un considerar de cualquier lucha termina reforzando el sistema, y en ocasiones no le falta razón, pero termina en una narrativa de que no hay nada que hacer y generaliza extremadamente a toda la militancia anticapitalista, ya sean de clase alta o baja, de una subcultura urbana u otra, ya sea lo que pidan o cómo derivan, y eso es bastante injusto.

Por lo demás, un documental cuanto menos recomendable.

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