Wonder Women y el profesor Marston

Título original: Professor Marston & the Wonder Women
Dirección: Angela Robinson
Guión: Angela Robinson
Música: Tom Howe
Fotografía: Bryce Fortner
Reparto: Luke Evans, Rebecca Hall, Bella Heathcote, Connie Britton, JJ Feild, Maggie Castle, Oliver Platt, Christopher Paul Richards, Olivia Filleti, Allie Gallerani, Allie Marshall, Acei Martin, Pamela Figueiredo
Productora: Annapurna Pictures, Boxspring Entertainment, Opposite Field Pictures, Topple Productions
País: Estados Unidos
Año: 2017
Duración: 108 min.

Wonder Woman, la heroína más famosa y vendida de la historia, fue el fruto de las vivencias e ideas sobre el género y la libertad sexual del profesor William Moulton Martson, ideas demasiado avanzadas para la época, que le valieron despidos, censuras, marginación social, agresiones físicas… e incluso comparecencias ante tribunales de moral social en pleno contexto previo a la Caza de Brujas anticomunista. Probablemente gran parte de la población estadounidense y de amantes del mundo del cómic no sepan esto, razón por la cual se ha hecho esta película: William y Elizabeth Holloway Martson, en ambos casos docentes de Psicología en la Universidad famosos por la creación del primer polígrafo en 1925, sí tenían una relación abierta y terminaron compartiendo su vida con una de sus alumnas, Olive Byrne, con la que tenían una relación de trío a nivel sexual, afectivo y convivencial. Y que además era sobrina de Margaret Mead, antropóloga y referente feminista de la época, que abrió con su hermana Ethel y madre de Olive la primera clínica de control de la natalidad de los EEUU. Entre sus prácticas sexuales, además de las ilegalizadas en la época como adulterio o lesbianismo, destacó el sadomasoquismo, que por entonces comenzaba a popularizarse entre los ambientes alternativos del mundo occidental del Período de Entreguerras. Estas cosas junto con mucha teoría feminista dieron lugar justo al inicio de la Segunda Guerra Mundial a la Wonder Woman, que corría a hostias a nazis, a violadores, a cargos políticos corruptos, a moralistas anti-sexo… y luego se lo montaba con las amigas y en sesiones de placer mediado por el dolor.

Obviamente, en los EEUU de los años 40 esto fue escandaloso, y una campaña de boicot resintió el tremendo éxito que sembró en los primeros años, siendo retirado de librerías y kioskos e incluso quemado en hogueras por grupos guardianes de la moralidad social y sobre todo de las susceptibles mentes de los menores de edad. A pesar de esto, a día de hoy la Wonder Woman sigue siendo un sinónimo de empoderamiento femenino, sus cómics originales son de los más ansiados y caros para cualquier coleccionista que se precia, y abrió el camino para las primeras superheroínas, en cómic y en el cine. A pesar de que a día de hoy la industria en torno a la Wonder Woman está mucho más despolitizada y atemperada respecto a sus primeros años (conocidos como la ‘Edad de Oro’ de la Wonder Woman’), sigue siendo, al igual que en los años cuarenta, un icono feminista.

Muy recomendable.

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