Los jóvenes del barrio

Título original: Los jóvenes del barrio
Dirección: Colectivo Video-Nou, Lluisa Roca, Albert Estival
Productora: Colectivo Video-Nou, Ajuntament de Barcelona
País: Reino de España
Año: 1983
Duración: 39 min.

En los últimos meses de la llamada ‘Transición a la democracia’ se rodó este documental sobre la juventud del barrio de Canyelles, uno de los ‘nueve barrios» que componen el actual distrito barcelonés de Nou Barris. Se trataba del último barrio levantado por el régimen franquista en la ciudad condal, en 1974, y para cuando se rodó este documental, la escasez de servicios básicos y el alto nivel de pobreza seguía igual. Puede que incluso peor, porque en 1974 el gobierno español no se había visto tan desbordado por su oposición como para optar, como hizo a partir de 1976-77 aproximadamente, por la tolerancia cuando no distribución directa de heroína por los barrios pobres para desactivar la rebeldía social y política, para criminalizar la pobreza todavía más de lo que ya estaba y para afianzar los discursos del miedo hacia la población pobre -creando el primer nicho de mercado de la seguridad en el hogar que nada tuvo que envidiar a las repugnantes campañas anti-okupas actuales-, consiguiendo el afianzamiento social del régimen político continuista con la dictadura que a día de hoy sigue vigente en la mayor parte de la península ibérica.

Todo lo aquí narrado como introducción lo encontramos en el documental: jóvenes parados o con sueldos de mierda, sin porvenir, algunos de los cuales -muchísimos según testimonio de los chavales- terminan en la heroína. Muchos también en la cárcel con condenas altísimas, mucho mayores que las de la mayoría de los golpistas del 23 de febrero de 1981, cuyo juicio acababa de tener lugar en los momentos de rodaje del documental. El padre de uno de los chavales, con 16 años de cárcel por delante por acumulación de robos, así lo recuerda, aludiendo a que en 4 o 5 años los golpistas saldrían y su hijo no. Y no sabemos que fue de su hijo, deseando que volviera a casa lo antes posible, porque como bien recuerdan en el documental, la cárcel no reinserta, sino que destruye a las personas. Pero sí sabemos que la historia le dio en gran parte la la razón: de los tres golpistas condenados a 30 años, Alfonso Armada fue indultado a los 5 años, Jaime Milans del Bosch recibió la condicional a los 7, y Antonio Tejero ídem a los 13. De la amplia lista de condenados en torno a 6 años, recibieron indultos o condicionales a los 2 años. ¿A que es fácil hacer una analogía con la actualidad en momentos en los que Juan Carlos I no va ni a pasar por un tribunal por todo lo que ha robado y tiene el morro de comunicar sus intenciones de volver?

Otros temas que trata el documental son la extensión del catalán en la zona, recesiva debido a que la gran cantidad de población afectada por altos niveles de marginación social en la Cataluña del momento (y en la actual) no es catalanoparlante, la música que escuchaban, los porros o las diferencias entre chicos y chicas (con machistadas máximas incluidas). Desde luego, una pieza histórica de incalculable valor, que deja al cine quinqui de la época como un retrato más realista de la sociedad español que el que hicieron directores fachas y progres del momento, mostrando una sociedad democrática consensual que nunca fue verdaderamente consensuada, ni ha sido nunca democrática, y que promovía la dispersión social y la marginación de la pobreza en una línea recta que llega hasta hoy, donde podríamos sustituir a los protagonistas del documental por inmigrantes del cuerno de África, refugiados de la guerra de África y habitantes de la Cañada Real.

 

Muy recomendable.

Completa en Youtube (con esa censura que venden como restricción de edad -irónico tratándose de un documental sobre jóvenes, adolescentes e infantes-) y en nuestro archivo.

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