El sustituto

Título original: El sustituto
Dirección: Óscar Aibar
Guion:
Óscar Aibar, María Luisa Calderón
Música: Manuel Roland
Fotografía: Álex de Pablo
Reparto: Ricardo Gómez, Vicky Luengo, Pere Ponce, Pol López, Joaquín Climent, Nuria Herrero, Bruna Cusí, Susi Sánchez, Guillermo Montesinos, Pep Cortés
Productora:
Tornasol Films, Voramar Films, Entre Chien et Loup, Isaba Producciones Cinematográficas, RTVE
País: Reino de España
Año: 2021
Duración: 117 min.

Andrés llega a la localidad alicantina de Dénia en 1982, en mitad de toda la campaña publicitaria del Mundial celebrado en España, que está permanentemente presente por todo el film como lo estuvo aquel año en el reino. Viene de trabajar en la policía de Madrid, y llega a una comisaría cutre, repleta de franquistas cuyas ideas exhiben alegremente, y un clima generalizado de pocas ganas de trabajar. Hasta que se encuentra con un órdago que para nada se esperaba tras pedir el traslado a la población: la vinculación de gran parte de la prominente comunidad alemana de la zona con el III Reich, hasta el punto de que es gente buscada y reclamada por crímenes contra la Humanidad durante el Holocausto.

Aunque es una historia policial de ficción, está basada en un hecho real: en 1982 todavía quedaban vivos la mayoría de los nazis que habían huido de la derrota nazi en 1945 y habían usado la llamada “Ruta de las Ratas”, un compendio de casas de afines y edificios cristianos por el que centenares de mandos del Reich huyeron hacia el régimen franquista y las comunidades alemanas de América Latina. Dénia fue el destino de muchos de ellos, ya que había alemanes nazis con terrenos en la localidad desde el principio de la Segunda Guerra Mundial, como premio de su colaboración con el bando franquista durante la Guerra Civil, y su comunidad fue creciendo en paralelo a su poder adquisitivo, ya que gozaron de muchos privilegios por parte de las autoridades franquistas, incluyendo exenciones fiscales e incluso la privatización de una playa.

“Dreyer bungalows”, como aparece en el film, eran y son los Bremer bungalows, propiedad actual de los hijos de su fundador, el oficial de las SS Gerhard Bremer, y que en la película hay un personaje basado en él, Klaus Dreyer. Bremer estaba acusado de crímenes de guerra, a raíz del asesinato de soldados canadienses hechos prisioneros durante el Desembarco de Normandía, pero fueron bastantes nazis más los que acabaron en Dénia fugados por masacres y crímenes similares.

La película no se queda únicamente en este relato morboso sobre gente y cosas nazis, sino que hay un vínculo bastante real establecido en el film entre la extrema derecha, la policía, el aparato político franquista y post-franquista y los nazis alemanes. Todo ello junto a otros temas dramáticos que definieron el período de la Transición: la corrupción policial, la entrada de heroína en las zonas empobrecidas distribuida por la policía, la especulación inmobiliaria y la turistifación, la instrumentalización del Mundial para tapar todas estas mierdas… Incluso hay una clara pero velada referencia a Vox como elemento continuista con ese entramado de la ultraderecha postfranquista y su vínculo con el nazismo histórico. Es más, la narrativa oficial sobre la Transición como salida del franquismo y democracia maravillosa está bastante cuestionada en la película, y no es casualidad teniendo en cuenta que trata de uno de los tantísimos aspectos continuistas con el franquismo surgidos con el régimen del 78.

Todo ello con una ambientación espectacular y una narración que nos permite ver cómo los nazis se iban metiendo en el bolsillo a las diversas autoridades cuyo descontento podía generarles problemas en su paraíso postnazi. Las fiestas, la conmemoración por el cumpleaños de Adolf Hitler (20 de abril), la invitación a prohombres locales, y la participación de la banda local son reales, aunque no pasaron exactamente como aparece en el largometraje: Bremer no hacía fiestas por el 20 de abril, sino el 25 de julio, por San Jaume, y la banda dejó de acudir en 1980 cuando su nuevo director acudió a una de esas fiestas y, espantado por la simbología nazi y los uniformes del III Reich se negó a volver -vamos, que lo que aparece en el film no debía ir muy desencaminado, incluyendo a Dreyer/Bremer vistiendo un uniforme de gala de las SS-. Pero sí celebraban el cumpleaños de Hitler, aunque en un bar del pueblo y de manera más discreta.

Nos ha resultado curioso que sitúen en Dénia a Aribert Heim, conocido como “Doctor Muerte”, médico de las SS que experimentaba con los internos del campo de concentración de Mauthausen, y que a día de hoy no está confirmado en qué país o países terminó radicando, ya que nunca se le logró capturar. Que pasara por Dénia no sería descabellado: las fiestas de Bremer tenían fama en toda la comunidad germánica radicada en el franquismo, y es muy probable que por ellas pasaran destacados nazis afincados en la película, como el coronel Otto Skorzeny o el líder nazi belga Léon Degrelle.

Aunque esto ha sido siempre bien conocido en la zona, y no han faltado los artículos de prensa y las referencias en blogs al respecto desde la Transición, en realidad el escándalo ha saltado del todo al debate público en estos últimos tres años, a raíz del interés que el tema ha suscitado en la prensa. De hecho, esta película ha favorecido el conocimiento sobre este tema, lanzando a más gente a investigar. De hecho, junto a tropecientos artículos investigando al respecto, este año la televisión autonómica valenciana àPunt produjo un programa al respecto que está bastante bien.

Muy recomendable.

En nuestro archivo.

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