El tío

Título original: El tío
Dirección: Mateo Iribarren
Guion: Mateo Iribarren
Fotografía: Gabriel del Carril
Reparto: Ignacio Santa Cruz, Mateo Iribarren, Aníbal Reyna, Andrea Freund, César Caillet, Patricia Velasco, Alejandro Trejo
Productora:
Santa Cruz Producciones
País: Chile
Año: 2013
Duración: 107 min.

Ignacio está obsesionado con su tío, tanto que quiere hacer una obra de teatro sobre él. Algo para lo que no le va a resultar fácil encontrar reparto y gente dispuesta a colaborar, puesto que su tío era ni más ni menos que el senador Jaime Guzmán, artífice ideológico de la dictadura militar de Pinochet. Fascinado con la España franquista, a donde viajó durante el gobierno de Salvador Allende, a su vuelta fundó la UDI, el principal partido de ultraderecha, y más tarde sería redactor y último autor de la Constitución de 1980, que a día de hoy sigue vigente y beneficiando a todas las élites que estuvieron felices con la dictadura militar y el genocidio que provocó. A los dos años de la renuncia de Pinochet y durante la llamada “Transición a la democracia”, en 1991 un comando del marxista Frente Patriótico Manuel Rodríguez lo emboscó a la salida de la universidad y lo baleó bien baleado.

Guzmán, ultracatólico, ultranacionalista y ultraderechista, fue además homosexual, como lo es su sobrino en la película. Este hilo conductor marca buena parte de la película, aunque sin ser central, porque una pregunta que sigue en el aire en la historiografía y en la actualidad chilena es el cómo esta personas pudo reprimirse tanto como para fundar un movimiento político que iba contra su orientación sexual, la cual probablemente nunca desarrolló. Quizás, de hecho, su enorme homofobia interiorizada tuviera que ver en sus ideas y sus propuestas políticas.

La película es cuanto menos un escupitajo al proceso de Transición política chileno: se menciona claramente el continuismo de las instituciones pinochetistas, el papel cómplice de los sucesivos gobiernos, el ocultamiento de datos por parte de herederos de la dictadura como la Fundación Jaime Guzmán… Todo bajo el ritmo de la realización de una obra de teatro y la puesta en escena de la misma, reproduciendo situaciones de la vida cotidiana del ‘facho’ y debates sobre los que versaba. Y sobrepasando la cuarta pared a niveles rizomáticos: los actores se interpretan a sí mismos interpretando una obra de teatro, incluyendo al propio Ignacio Santa Cruz, que es realmente sobrino de Guzmán.

 

Muy interesante, muy original y muy recomendable.

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