Título original: As bestas
Dirección: Rodrigo Sorogoyen
Guion: Isabel Peña, Rodrigo Sorogoyen
Música: Olivier Arson
Fotografía: Álex de Pablo
Reparto: Marina Foïs, Denis Ménochet, Luis Zahera, Diego Anido, Marie Colomb, Luisa Merelas, José Manuel Fernández y Blanco, Xavier Estévez, Gonzalo García, Federico Pérez
Productora: Coproducción España-Francia; Arcadia Motion Pictures, Caballo Films, Cronos Entertainment AIE, Le Pacte, RTVE, Movistar Plus+, Canal+, Ciné+
País: Reino de España
Año: 2022
Duración: 137 min.
En 2010 desapareció Martin Verfodern, de origen holandés, que desde 1997 vivía junto a su esposa Margo Pool en la aldea de Santoalla do Monte, provincia de Ourense. Desde hacía tiempo estaba en una agria disputa que había ido escalando con Juan Carlos y Julio Rodríguez, vecinos del pueblo próximos a su casa. Todo había comenzado por la oferta de una empresa que quería instalar 25 molinos de viento productores de electricidad en la zona, lo cual implicaría que abandonaran la aldea y devastaran ecológicamente hablando la zona más próxima. Cada molino les sería pagado con 6000 €. Martin y Margo se habían afincado en la zona por querer vivir en el mundo rural, manteniéndose de su huerto y los mercados locales, rehabilitando algunas casas del pueblo en vías de derribo, y eran plenamente conscientes del daño que le generan a la tierra estos artefactos que nos venden siempre como “energía verde” o “eco”. Pero los hermanos homólogos querían ese dinero para dejar la vida rural y trasladarse a la capital de la provincia (que eran 75000 € por familia, tampoco es tanto para iniciar una vida en otro lado, y menos en mitad de la crisis inmobiliaria que azotaba el país desde 2008). El caso conmocionó a la opinión pública cuando Martin desapareció y en especial cuando su cadáver fue hallado en 2014 tras años y años de búsqueda por parte de Margo, segura de que su marido había sido asesinado por sus vecinos, a pesar de que el cadáver no aparecía. Se airearon los vídeos en los que Martin era amenazado de muerte, casi agredido físicamente, humillado en lugares públicos… los cuales no habían constituido prueba suficiente para iniciar un procedimiento judicial contra sus asesinos, ya que no había cuerpo.
[Inciso histórico: a raíz del conocido como ‘Crimen de Cuenca’, en 1911 fueron torturados, obligados a confesar y encarcelados durante años dos vecinos de un pueblo conquense por la muerte de un tercer vecino que había desaparecido. Ambos vecinos eran detractores del cacique local, y esto fue aprovechado para quitarlos de en medio. Años más tarde el vecino reapareció por el pueblo: se había ido sin decirle nada a nadie. Sin embargo, un siglo después este logro garantista judicial fue tirado abajo gracias al ruido mediático e interesadamente ensalzado por los medios de comunicación que consiguió el caso de Marta del Castillo, joven sevillana desaparecida, consiguiendo que su ex-novio fuera encarcelado sin que apareciera cadáver alguno, y bajo confesiones que a día de hoy continúan siendo cuanto menos sospechosas]
‘As Bestas’ retoma esta terrible historia, aunque cambiando datos bastante importantes de la historia no entendemos en algunos casos por qué razón: el protagonsita, Michel, es francés, no holandés, y llevan solamente un par de años en la aldea. Hay más vecinos con capacidad de decidir lo de los molinos, aunque esto sirve de gancho para hablar del impacto que provocarán los molinos a la tierra, y del vaciamiento de jóvenes que ha sufrido la zona. Unos temas en los que la película podía haber incidido mucho más, ya que es algo que está de plena actualidad ahora mismo. Quizás simplemente no hayan querido mojarse, y únicamente han preferido tratar el drama personal que supone este conflicto, en especial para la pareja. Así pues, estamos ante una película tensa, con una tensión que va creciendo hasta el final. Está bien que se haya realizado esta película, que además es bastante buena, aunque hemos echado de menos profundidad en los temas ya reseñados, o en el conflicto neohippies rurales y población autóctona, en los discursos de defensa de la tierra cuando quienes la habitan de hace años ansían otro modo de vida.
Por cierto, los hermanos Rodríguez finalmente confesaron: Juan Carlos le disparó con su escopeta en compañía de Julio, que lo instó y encubrió. Ambos se encuentran en la cárcel a día de hoy, y Margo es la única habitante del pueblo, ya que los padres de los asesinos murieron también.
En cualquier caso, una película muy interesante que atrapa de principio a fin. Recomendable.