Título original: Rappresaglia
Dirección: George Pan Cosmatos
Guion: Robert Katz
Música: Ennio Morricone
Fotografía: Marcello Gatti
Reparto: Richard Burton, Marcello Mastroianni, Leo McKern, John Steiner, Anthony Steel, Robert Harris, Peter Vaughan, Renzo Montagnani
Productora: Coproducción Italia-Francia
País: Italia
Año: 1973
Duración: 103 min.
En marzo de 1944 las SS asesinaron a 330 habitantes de Roma, uno de los hechos más traumáticos del siglo XX acaecidos en la ciudad eterna. La ciudad, así como todo el norte de Italia, se encontraba bajo la militarización nazi y el frágil y odiado gobierno fascista de Mussolini, que había sido depuesto el año anterior por un golpe de estado pro-aliado y vuelto a colocar en el poder mediante invasión alemana. El movimiento partisano antifascista creció exponencialmente tras estos hechos. Y en el 25 aniversario de la creación de los Fasci di Combattimento, germen del Partido Fascista, casi una compañía entera de las SS que desfilaba periódicamente por el centro de la ciudad saltó por los aires y fue ametrallada en un atentado a manos de una célula partisana romana.
La película trata como muy pocas lo han hecho la situación política interna de la Italia tardofascista: las peleas internas entre alemanes y fascistas italianos, entre Wehrmacht y SS, posturas que pretenden evitar mayores problemas con la ya quemada población italiana en caso de represalias, el trato y postura de la Iglesia Católica… En cierto momento un oficial alemán recuerda que la población de Roma no es la de cualquier aldea eslava: se trata de un país semi-aliado al que no se le pueden hacer las matanzas a las que se sometió a la práctica totalidad de territorios ocupados del este de Europa.
El proceso de organización de la masacre está narrado de manera muy detallada para lo que acostumbra el cinematógrafo: la selección de las personas asesinadas, su extracción, los bailes de cifras, las propuestas de cuántos matar por cada alemán muerto (se llega a barajar 50, y la narrativa alemana se autonombra como templada cuando el mariscal de campo Kesselring decidió bajarlo a 10), la complicidad de gobernantes y policías italianos en su realización -se usó población que no tenía nada que ver, simplemente estaba en la cárcel o vivían en la calle del atentado- y la oposición personal y colectiva de oficiales, suboficiales y cuerpos enteros alemanes a llevarlo a cabo, aunque en último término tenemos una reflexión tremenda sobre la capacidad de elegir del ser humano, en la que termina ganando -si no no habría habido matanza- la obediencia a la cadena de mando militar y al Führer.
Por último, nos queda citar que se trata de una película más que evidencia el papel colaboracionista con el Eje que tuvo el aparentemente neutral Vaticano: el Papa Pío XII se negó a recibir a nadie para hablar del tema y se limitó a lanzar un comunicado en la prensa el día siguiente que venía a culpabilizar al comando partisano de la masacre e instaba a la población romana a bajar la cabeza y no realizar nada semejante que pudiera enfada a los alemanes. En cierto momento de la película se cita directamente la tendencia vaticana más proclive al nazismo que a los aliados, puesto que los alemanes estaban siendo el último núcleo que pretendía acabar con el “comunismo ateo”. Así pues, sumamos este hecho a los múltiples crímenes que El Vaticano jamás impugno durante la Segunda Guerra Mundial, como el exterminio de judíos, gitanos, homosexuales y cualquier grupo que no fueran “cristianos de bien”.
Muy recomendable.
Completa en Youtube en versión original y en nuestro archivo.