Los mejores años de nuestra vida

Título original: The Best Years of Our Lives
Dirección: William Wyler
Guión: Robert E. Sherwood
Música: Hugo Friedhofer
Fotografía:
Gregg Toland
Reparto:
Dana Andrews, Fredric March, Myrna Loy, Harold Russell, Teresa Wright, Virginia Mayo, Cathy O’Donnell, Hoagy Carmichael, Roman Bohnen, Minna Gombell, Don Beddoe, Steve Cochran, Ray Collins
Productora:
Samuel Goldwyn Company
País: Estados Unidos
Año: 1946
Duración: 170 min.

Fred, Homer y Al coinciden en un avión que les devuelve a su ciudad de origen tras haber pasado por la Segunda Guerra Mundial. El primero, es un camarero ascendido a capitán por sus acciones en los cielos europeos. Los otros dos vuelven del frente asiático, el último en infantería, y el primero sobrevivió al hundimiento de su portaaviones, por el que perdió sus dos manos. El actor, Harold Russell, perdió sus manos en el mismo frente en una situación muy parecida, y la Marina le enseñó a manejar unos ganchos sustitutivos. Sobre él se hicieron documentales, y Wyler le pilló gracias a eso para la película.

Fred no encuentra trabajo por ninguna parte, hasta conseguir un empleo de mierda en unos grandes almacenes que lo recibe casi como una limosna, con un juez déspota que vende productos de mala calidad. Homer no deja de recibir miradas por sus ganchos, comenzando a desarrollar problemas serios derivados, puesto que lo único que quiere es que lo traten como uno más. Y Al tiene fuertes discusiones con sus jefes por ofrecerle préstamos bancarios a ex-combatientes de guerra carentes de aval. Desde estas tres historias, la película narra con realismo y emotividad la complicada readaptación que tuvo lugar en los meses posteriores al fin de la guerra mundial, para nada favorecida por la sociedad y el libre mercado, a pesar de que de palabra se vitoreaba a los supervivientes que volvían. Esta película rebatió esta narrativa, y a su vez generó cierta concienciación social sobre este tema. En este blog es bastante obvio que nos cagamos en el militarismo y en la veneración existente en EEUU a los ex-combatientes, pero no debemos pasar por alto que muchos de estos soldados lo fueron solamente durante este tiempo, y luego volvieron a su vida civil. Los que eran pobres lo pasaron tan mal como lo pasa Fred en la película, y no fueron casos aislados, fue lo habitual. Es decir, que hay una cuestión de clase que genera que como mínimo pensemos que esta peña merecía su apoyo en su época, máxime tras volver de matar imperialistas nazis o nipones.

Mención especial a la escena en la que Homer y Fred se pelean con un pronazi. Un buen punto de la película el recordar que existió una parte de la población de EEUU que hubiera preferido aliarse a Japón y Alemania contra la URSS.

Muy recomendable

https://cdn.ievenn.com/wp-content/uploads/los-mejores-anos-de-nuestra-vida-1946-ievenn-3.jpg

Los mejores años de nuestra vida

Esta entrada ha sido publicada en Bélico, Capitalismo, Cine quinqui / Pobreza, Discapacidad y etiquetada como , , , . Guarda el enlace permanente.