Título original: If These Walls Could Talk 2
Dirección: Martha Coolidge, Anne Heche, Jane Anderson
Guion: Anne Heche, Jane Anderson, Sylvia Sichel, Alex Sichel
Música: Basil Poledouris
Fotografía: Peter Deming, Paul Elliott, Robbie Greenberg
Reparto: Sharon Stone, Vanessa Redgrave, Chloë Sevigny, Michelle Williams, Ellen DeGeneres, Paul Giamatti, Elizabeth Perkins, Jenny O’Hara, Nia Long, Heather McComb, Regina King, Natasha Lyonne, Kathy Najimy
Productora: HBO
País: Estados Unidos
Año: 2000
Duración: 93 min.
Tres historias se narran en esta interesantísima película lésbica: En la primera, situada en 1961, Edith y Abby son dos mujeres mayores que llevan viviendo juntas y siendo pareja durante años. Pero una de ellas muere, y la superviviente tiene que enfrentarse a la familia de la otra, que busca especular con la casa que ahora le ha caído en herencia. En esta época fue algo que ocurrió muy a menudo en el mundo lesbiano y en el gay: cuando moría una de las dos personas, si ésta era la propietaria y no había hecho un testamento legando a la otra todo su patrimonio, la otra iba a la calle. Y siguió pasando hasta las parejas de hecho y posterior matrimonio en los EEUU y más allá. Todo se da, además, en el doloroso silencio de poder decir que era su pareja, desde la entrada en el hospital hasta la gestión con la familia.
La segunda historia nos lleva a 1972, en pleno auge del feminismo y de la movilización social. Y se centra en la relación entre Linda y Amy: la primera milita en un colectivo feminista radical compuesto por lesbianas, lo cual les lleva a diversos conflictos con el resto del feminismo en su conjunto; la segunda es una bollera masculina, motorista, con el peinado prototípico de chaval de entonces, que usa ropa de hombre en su cotidianeidad. Y es algo que el feminismo lesbiano de entonces castiga bastante, lo cual generará tensión entre ambas y entre Linda y sus compañeras de militancia. La tercera y última transcurre en el año 2000, y la pareja en esta ocasión son Fran y Kal, que viven en pareja desde hace tiempo y quieren tener un bebé. Esto les hace ir por bancos de semen físicos y digitales con el fin de que una se quede embarazada.
No hace falta especificar la enorme miga que hay detrás de cada una de las tres historias, y los interesantísimos debates que se dan detrás. Ni qué decir tiene que sin duda las dos primeras nos han gustado especialmente. Recomendable cuanto menos.
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