Título original: Journey’s End
Dirección: Saul Dibb
Guion: R.C. Sherriff
Música: Natalie Holt, Hildur Guðnadóttir
Fotografía: Laurie Rose
Reparto: Sam Claflin, Asa Butterfield, Paul Bettany, Toby Jones, Tom Sturridge, Stephen Graham, Robert Glenister, Miles Jupp, Theo Barklem-Biggs, Jake Curran, Andy Gathergood, Nicholas Agnew, Derek Barr
Productora: Fluidity Films, British Film Company
País: Reino Unido
Año: 2017
Duración: 103 min.
Versión moderna -o directamente remake– de Die andere Seite -”El otro lado” en castellano-, de Heinz Paul y estrenada en la República de Weimar en 1931. La película nos narra la vida de cinco oficiales del Ejército Británico en el frente occidental en la primavera de 1918, a punto de vivir una dura ofensiva del Ejército Alemán que les haría retroceder unos kilómetros momentáneamente. Con esto nos permite ver temáticas muy concretas y muy interesantes, que le hacen estar en este blog: el despotismo de la oficialidad, las diferencias con los soldados en los lujos que poseen los oficiales frente a la precariedad en la que viven éstos, las heridas profundas que genera la guerra en los combatientes -problemas de salud mental, alcoholismo…-, la escala de lujos en el frente según mayor graduación tiene cada combatiente, la frialdad a la hora de hablar de la guerra y los combates de la alta oficialidad…
Esta película tiene el acierto de profundizar más en estos temas no sólo con escenas que la película en la que está basada no tiene, si bien su parecido es enorme en muchísimas escenas, sino en los propios planos, en lo que se enfoca y lo que no. Por ejemplo, la obra de Paul no le presta tanta atención a la vida de los soldados rasos, sino que a veces parece que sólo existen los oficiales. Senderos de Honor ha corregido esta situación y nos muestra una verdadera sociedad de clases dentro de la línea de trincheras, con todos los vicios, corruptelas y privilegios que tenía la sociedad de clases de la retaguardia.
No obstante, Die andere Seite no es una mala película, y es fácil hacer esta misma lectura de los temas que aparecen. Pero aunque el avance tecnológico del film en los casi 90 años entre un film y otro han mejorado los mensajes al respecto de dichas temáticas en la película más moderna, que no fueran tan explícitas en la primera no es por una cuestión tecnológica, pues otras películas contemporáneas del mismo país y la misma época sí lo lograron, incluso mejor que Senderos de Honor. La cuestión principal está en el propio Heinz Paul, y ha sido la razón principal por la que finalmente no incluimos su película en este blog: además de ser un director especializado en cine bélico, con la subida al poder de Hitler fue uno de los directores que apoyaron el III Reich realizando películas manifiestamente en favor de dicho régimen: se adscribió a la organización de directores nazis alemanes, pasó a recibir financiación de la productora nazi Terra-Film AG y realizó películas abierta o soterradamente propagandísticas del nazismo, llegando incluso a contar con la esposa del jerarca nazi Hermann Göring en el reparto de una versión NS de Guillermo Tell. Incluso llegó a hacer una película sobre las tropas nazis destinadas a la Guerra Civil Española, en la que el drama amoroso entre un marinero alemán y una bella española se ve truncado por el rapto de ésta por parte de unos soviéticas. A la ambigüedad interpretativa que sus películas bélicas llevaban, pudiendo entenderse tanto como críticas con la guerra como exaltadoras de la misma, siguió un militarismo abiertamente pronazi, y películas de este tipo de gente no tienen cabida en este blog.
Sin embargo, Senderos de Honor ha corregido las mierdas de Die andere Seite y se nos muestra como una película de la Gran Guerra muy interesante, muy cruda, muy crítica y muy recomendable.