El hombre que ríe

Título original: Der lachende Mann – Bekenntnisse eines Mörders 
Dirección: Walter Heynowski, Gerhard Scheumann
Fotografía:
Horst Donth, Peter Hellmich
País: República Democrática de Alemania
Año: 1966
Duración: 66 min.

El mayor Siegfried Müller, conocido popularmente como “Kongo-Müller”, se hizo famoso tras aparecer en fotografías asesinando insurgentes congoleños, que motivaron protestas gigantes en Europa y en infinidad de países inmersos en procesos de descolonización. Su cara apareció en infinidad de revistas, justificando lo que había hecho: a la postre era un ex-soldado nazi, lo cual provocó más polémica aún. Ofreció esta entrevista a finales de los sesenta que es por sí sola completamente clarificadora sobre el reclutamiento de mercenarios ex-combatientes del ejército del III Reich para operaciones encubiertas al servicio de la OTAN por todo el mundo. En este caso, a los pocos años este ex-nazi reconvertido en demócrata defensor de los valores occidentales fue reclutado por servicios militares estadounidense y terminó -previo paso por Sudáfrica, donde trabajó par el régimen del apartheid- trabajando para la corona belga asesinando a quienes integraban la insurgencia comunista en el Congo entre 1964 y 1965, que se encontraba en un proceso de colonización iniciado tras casi un siglo de uno de los niveles de explotación, asesinato masivo y genocidio más escandalosos de toda la historia de la colonización europea en África. Situación que a día de hoy se perpetúa, por ejemplo con el coltán para la telefonía móvil, como bien trata el documental Sangre en el móvil (Frank Piasechi Poulsen, 2011), gracias a defensores de la raza blanca como el Mayor Müller.

 

Éste, que no deja de mostrar una sonrisa y reírse más cuanto más incómodas son las preguntas que le realiza el entrevistador, que luce su cruz de hierro de primera clase con una esvástica grabada en su centro, otorgada por el Führer en 1945 tras casi seis años ininterrumpidos de servicio al Reich, describe en todo momento su labor como una defensa de Europa, de la raza blanca y de los valores democráticos y de libertad de Occidente. Vamos, que ha hecho una transición completamente natural de jurar la obediencia al nacional-socialismo a hacerlo ante la democracia liberal blanca europea. Además de ver esta connivencia entre ambos valores que se nos venden en cine, literatura y medios de comunicación como antagónicos, también podemos comprobar el poco problema que EEUU, Bélgica y otros países partícipes directos en la Segunda Guerra Mundial contra la Alemania nazi no tienen problema alguno en contratar ex-nazis, incluso en combatir junto a ellos mientras lucen medallas otorgadas por el III Reich siempre que las personas asesinadas sean negros que intentan despojarse del yugo que les ha impuesto Occidente. Sus asesinatos masivos son descritos con una frialdad absoluta por parte de Müller, hasta el punto de haber interaccionado con un director de cine italiano que grababa los asesinatos a balazos.

 

Un documental muy recomendable y a la vez que pondrá los pelos de punta y llenará de indignación a cualquier persona que estime mínimamente la libertad de los pueblos, siempre que ésta no sea entendida como un cortijo para un grupo selecto del planeta, como entiende Müller y sus diversos contratantes a lo largo de su vida. Y un relato más del genocidio cometido por Europa en África, en este caso el del Congo belga.

Completa en Youtube, con subtítulos en inglés y alemán traducibles, y en nuestro archivo.

 

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