Título original: Blod i mobilen
Dirección: Frank Piasechi Poulsen
Guion: Jens Arentzen, Frank Piasechi Poulsen
Música: Kristian Eidnes Andersen
Fotografía: Adam Wallensten, Lars Skree, Frank Piasechi Poulsen
Productora: Coproducción Dinamarca-Alemania; Koncern TV- og Filmproduktion, Chili Film, Gebrueder Beetz Filmproduktion
País: Dinamarca
Año: 2011
Duración: 85 min.
Llegado el caso el director danés Frank Poulsen consideró, como cliente de Nokia desde hacía 15 años, que era el momento de realizar un documental sobre la relación entre su compañía, gestora entonces de un tercio de los teléfonos móviles activos por entonces, con la situación de guerra permanente y desestabilización social y política que existe desde de los años ochenta en la República Democrática del Congo, relacionada según diversas fuentes con la necesidad de diversos materiales existentes en las minas congoleñas para el desarrollo de la informática y tecnología móvil en Occidente. Para ello estuvo más de un año acudiendo a la sede de Nokia, recibiendo vaciles, reuniones cortas con representantes de la compañía con el fin de calmarlo y de tirar balones fuera, y ante la opacidad de Nokia habló con ONGs que siguen y caso y laboratorios que rastrean el origen del coltán. Para cerciorarse de todo aquello, viajó hasta las propias minas, grabando todo el camino, la cadena de contactos y sobornos que tuvo que realizar hasta conseguirlo, dejando en evidencia de tremenda corrupción del gobierno congoleño, y las condiciones de vida absolutamente esclavas en la que vive la población de las minas, ya estén dominadas por guerrillas o por el ejército, ello no genera cambios sustanciales de gestión. Entre las personas esclavizadas en las minas, halló infinidad de niños, sin que ello generara demasiados problemas a los capataces.
El documental hace un contextualización histórica pequeña pero suficiente respecto al origen de este estado y sus relaciones históricas coloniales con el mundo occidental blanco, claves para entender lo que está pasando: La RDC fue la colonia estrella de Bélgica, y se esclavizó a gran parte de su población con el fin de obtener materiales primas de la zona, muy abundantes en esta región del mundo. Entre los bienes extraídos estaba el caucho, que experimentó un auge comercial en el cambio del siglo del XIX al XX por el inicio de la industria automovilística, y precisamente fue Nokia una de las principales empresas que comerció con Bélgica para comprar caucho, con el que hicieron los primeros neumáticos para las ruedas de los primeros coches durante décadas. Casualmente con el tiempo pasaron a comprar, directamente tras la “independencia” materiales primas al gobierno congoleño para el auge de la informática desde los años sesenta y setenta, y de ahí a ser líder mundial en la telefonía móvil. Nos quedó igual por el camino el papel de Nokia y diversas empresas y gobiernos europeos en el aplacamiento de los movimientos comunistas de liberación surgidos en este territorio en los años sesenta y setenta, aplacados de manera violencia y con prácticas de terrorismo de estado puro y duro.
Un documental tremendo, muy útil y que nos demuestra la sangre bajo la que está enraizada no sólo la tecnología móvil, sino toda la informática que a día de hoy sustenta buena parte de la vida cotidiana de Occidente, cada vez más de hecho. Imprescindible.
Completa en Youtube y en nuestro archivo.
