Título original: Barbaren
Dirección: Barbara Eder, Stephen St. Leger
Guión: Andreas Heckmann, Arne Nolting, Jan Martin Scharf
Música: Ali N. Askin, Maurus Ronner
Fotografía: Christian Stangassinger
Reparto: Laurence Rupp, Jeanne Goursaud, David Schütter, Gaetano Aronica, Finn Reiter, Bernhard Schütz, Jeremy Miliker, Ronald Zehrfeld, Sophie Rois, Sergej Onopko, Eva Verena Müller, Florian Schmidtke, Nicki von Tempelhoff
Productora: Gaumont, Netflix
País: República Federal de Alemania
Año: 2020
Duración: 135 min.
En el año 9 d.C. desaparecieron las tres legiones que el emperador Augusto había llevado a la Germania al mando del general Varo para contener a las tribus locales. Fue la mayor derrota romana durante este mandato, glorificado por la historia como el inicio de una edad de oro imperial (probablemente los pueblos sojuzgados por Roma no lo vivieran así). Fue tal humillante para el triunfalista Octavio Augusto que en sus últimos tiempos aún se le oía por su casa murmurar “Vare, Vare, legiones rede!” (“Varo, Varo, ¡devuelve las legiones!”).
Este tremenda mini serie nos cuenta cómo se produjo esta derrota militar romana en la selva de Teutoburgo. La documentación existente no es directa y gran parte lo que sale aquí es ficcionado. Sin embargo, se han saltado algunos hechos de la documentación: la batalla duró más de un día y las tribus germánicas no estaban en inferioridad numérica. Además, los romanos no eran todos unos desentendidos de los pueblos que colonizaban, sino que unos cuantos ya sabrían lenguas germánicas a esas alturas. Buena parte del guión es claramente ficcionado, sin embargo, es muy probable que ocurriera como aparece en la serie: romanos emboscados en un bosque, atacados por cientos de germanos y germanas de diversas tribus unificadas para echar a los invasores latinos, incapaces de realizar sus invencibles formaciones dada la frondosidad de los bosques de la zona.
Además, la serie ha hecho un currazo histórico tremendo, a nivel de ambientación, vestimenta, funcionamiento del ejército romano, funcionamiento de las tribus germánicas, incluso los soldados romanos hablan latín, y las tribus germánicas hablan un alemán con multitud de arcaísmos. Sin embargo, no podemos olvidarnos de que el nacionalismo alemán decimonónico agarró de manera historicista a los personajes de esta serie, como Arminio, ascendido a héroe por la historiografía alemana.
En resumen, muy entretenida, muy bien hilada, históricamente bastante fidedigna dentro de lo ficcionado del guión en general, y muy recomendable.