Título original: Perros callejeros
Dirección: José Antonio de la Loma
Guión: José Antonio de la Loma
Música: Varios
Fotografía: Francisco Sánchez
Reparto: Ángel Fernández Franco, Frank Braña, Xabier Elorriaga, Miguel Hugal, Lyn May, Víctor Petit
Productora: Films Zodíaco / Profilmes
País: España
Año: 1977
Duración: 103 min.
Aunque es anterior cronológicamente y el protagonista se llama de otra forma, en realidad la película narra la biografía del delincuente juvenil conocido como ‘El Vaquilla’ de adolescente, sería la segunda parte de Yo, el Vaquilla, del mismo director y estrenada ocho años más tarde que ésta. Por hallarse el protagonista en la cárcel, cogieron a Ángel Fernández Franco, alias ‘El Torete’, que narra con su identidad la vida de su colega preso. Un clásico del cine quinqui, muy recomendable.
De la Loma, el director y guionista, al contrario que otros directores que enfatizan más el trasfondo social que hay, como Eloy de la Iglesia (Navajeros y La Estanquera de Vallecas son sus películas donde mejor se ve, pero es una forma de representación generalizada en sus películas de este género), en lugar de eso despolitiza la situación de la delincuencia juvenil y la narra con vías a su redención (encarnada en la figura del gestor del centro de menores), siempre desde el privilegio adulto y de clase que el propio De la Loma regentaba. Es una buena película, bien ambientada y que refleja muy bien el contexto, pero peca de esta cuestión. Por lo demás, muy recomendable.
Completa en Dailymotion, en Torrent y en eMule.
Tiene dos secuelas: Perros Callejeros II y Los últimos golpes de El Torete. Podemes encontrar tanto la segunda como la tercera en Torrent con facilidad, así como en el eMule, pero no las reseñaremos porque, siendo buenas, no lo son tanto como la primera ni aportan tanto. En la segunda, se cuenta la historia del Torete, con sus problemas y su vida posterior a hacer la película. En la tercera cuentan la vida conjunta del Vaquilla y del Torete, con una periodista de por medio que trata de ser su salvadora.
El Torete murió en 1992 con un diagnóstico de SIDA, y El Vaquilla por cirrosis, diez años más tarde. Sus entradas de la cárcel fueron el pan nuestro de cada día hasta su muerte, incluyendo también algún caso de violencia machista que terminó con titulares de prensa.