Título original: Fiesta
Dirección: Pierre Boutron
Guion: Pierre Boutron
Música: Wim Mertens
Fotografía: Javier Aguirresarobe
Reparto: Jean-Louis Trintignant, Grégoire Colin, Marc Lavoine, Laurent Terzieff, Dayle Haddon, Jean-Philippe Ecoffey, Jocelyn Quivrin, Eva Marciel
Productora: CIPA
País: Francia
Año: 1995
Duración: 106 min.
Rafael estudia en una escuela militar católica francesa, hasta que en octubre de 1936 es llamado a filas por su padre, que forma parte del ejército que se ha sublevado contra la II República. Así pues, cruza la frontera vasca con otros oficiales -pasando brevemente por Biarritz, donde una rápida escena nos habla del ambiente de polarización social que había en Francia respecto a la Guerra Civil española- y se pone a las órdenes de su progenitor. Debido a su falta de experiencia, Rafael es enviado a formar parte de los pelotones de fusilamiento.
A partir de aquí veremos la situación en la retaguardia del frente vasco, en una zona como Guipúzcoa -principalmente Mondragón- que fue tomada por asalto por las tropas sublevadas tras no formar parte de los primeros territorios donde triunfaron desde el principio. El ensañamiento contra la población disidente es bastante fuerte, y se disputan la represión, con piques gigantescos, entre militares, carlistas y falangistas, a cada cual más cruel.
La película requiere una mención especial sobre un tema peliagudo que no por casualidad ha venido a tratar un largometraje francés y no español. Es el de los curas católicos que se pusieron del lado de la República, o más concretamente del gobierno vasco autónomo recién constituido. Por su resistencia a las tropas sublevadas, se fusiló aproximadamente a medio centenar de éstos -sólo en Euskal Herria, puesto que hubo varios fusilamientos más por apoyar a gente condenada a muerte o por ser demasiado progresistas para las nuevas autoridades-, sin que a día de hoy ninguno de ellos ha sido canonizado por El Vaticano, al contrario de sus homólogos caídos a manos de milicias en la zona republicana. La película trata este tema con una crudeza espectacular, cuando capturan a uno de estos curas y se muestra impasible y reforzado en sus convicciones y actos.
El carácter antibelicista de la película es además muy marcado. Veremos al protagonista casi como un ángel de pureza en los primeros minutos de la película. Tras su primer fusilamiento, lo veremos con crisis nerviosas, arranques destructivos, comenzará a beber, a no poder conciliar el sueño y pasará de tener miedo a estar con una mujer a tener impulsos violadores. Colocando siempre su deber como militar por encima de cualquier idea u opinión en todo momento. Sus superiores son también ejemplos del asco que dan los ejércitos en general. El suicidio de uno de los oficiales justo antes de la llegada del protagonista, por haber realizado actos poco alineables con la moral que profesaban las nuevas autoridades, se intenta omitir entre la oficialidad sin mucho éxito. El superior inmediato de Rafael, que ordena los fusilamientos, es representado como un hombre carente de valores humanos, sólo interesado en la guerra como forma de vida, en la que cumplirá su cometido si a cambio tiene alcohol, baños, tratamientos corporales y complementos para estar guapo. Su asistente es igual que él, pero más crápula. Sus intervenciones nos hablan de la falta de ideología de la casta militar, algo que indigna al resto de oficiales, que piensan igual pero lo enmascaran con supuestos valores superiores.
En resumen, una película antimilitarista muy recomendable.
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