Título original: Ez, eskerrik asko! Gladysen leihoa
Dirección: Bertha Gaztelumendi
Guion: Sabino Ormazabal
Música: Dani Venegas
Productora: EiTB
País: Reino de España
Año: 2019
Duración: 60 min.
Lejos de individualizar al personaje histórico, como hacen otros documentales, separándolo de su contexto, en este caso la vida y muerte de Gladys del Estal se enmarca dentro de la lucha antinuclear en Euskal Herria, cuya implicación le llevó a su prematura muerte. El 3 de junio de 1979 fue asesinada en Tudela por la Guardia Civil, que la disparó a quemarropa, mientras desalojaban una convocatoria pacífica.
El documental también nos presenta su vida, no únicamente su muerte, como ocurre muy a menudo. Gladys era hija de exiliados políticos vascos de la Guerra Civil Española. Creció en Eguía, un barrio donostiarra comprometido con la defensa del territorio, de la identidad nacional y que a día de hoy resisten la turistifación de la ciudad. Veremos a varias amistades y compas de militancia hablando de cómo era. Pero, sin quitarle importancia a Gladys, el documental nos hace una panorámica muy bien lograda del contexto social en general.
El franquismo planeó para Euskal Herria y sus territorios contiguos una gran cantidad de centrales nucleares, almacenes de residuos, áreas logísticas, etc. Finalmente se pararon la mayoría, y todos los proyectos en suelo vasco salvo una base del ejército español contra la que sigue habiendo movilizaciones a día de hoy. Tras descartarse diversas centrales, el franquismo y los gobiernos ya bajo régimen parlamentario, con Iberduero -futura Iberdrola- presionando, apostaron por sacar adelante el proyecto de central nuclear en Lemoiz. Lo que ocurrió en aquellos años fue una movilización masiva con infinidad de protestas, desde desobediencia civil al sabotaje por parte de la plantilla que construía la central. Y en cierto momento ETA militar y ETA político-militar entraron en acción con atentados con explosivos, matando a varios guardias civiles que custodiaban la central, y secuestrando y ejecutando a dos de sus ingenieros-jefe.
En este punto, en el documental las voces ecologistas se intercalan entre quienes piensan que la entrada de la lucha armada sólo hizo ensuciar el movimiento, y entre quienes piensan que sin ETA no se hubiera conseguido parar el proyecto. De lo que no hay duda es que, tras la llegada del PSOE al gobierno, éste no quería comerse el conflicto gigantesco que había en torno a la central, así que en 1984 ordenó su paralización, en lo que fue una de las mayores victorias de los movimientos sociales desde que existe el régimen político vigente.
Como homenaje a Gladys y como divulgación histórica, es un documental recomendable.
En nuestro archivo.