Título original: Természetes fény
Dirección: Dénes Nagy
Guion: Dénes Nagy
Música: Santa Ratniece
Fotografía: Tamás Dobos
Reparto: Ferenc Szabó, Tamás Garbacz, László Bajkó, Gyula Franczia, Stuhl Erno, Szilágyi Gyula, Mareks Lapeskis, Kozó Krisztián, Nánási Csaba, Fodor Zsolt
Productora: Coproducción Hungría-Letonia-Alemania-Francia; Campfilm, Lilith Films, Mistrus Media, Propeller Film, ZDF/Arte
País: Hungría
Año: 2021
Duración: 103 min.
El cine húngaro en los últimos años se ha dedicado a mostrar la Segunda Guerra Mundial como algo fatal para la Hungría de entonces, inevitable, e incluso nos ha llegado a mostrar películas donde enfatizan a cargos políticos, militares y policías húngaros realizan acciones importantes contra el III Reich. Esto nos parece irónico en primer lugar porque Hungría fue un país miembro del Eje, cuyo gobierno envió tropas al frente ruso desde 1941 y ocupado por los nazis en 1944 para evitar que firmaran un armisticio con la URSS y los Aliados. Y, en segundo lugar, porque los herederos de ese colaboracioniso húngaro al nazismo están desde hace años en el gobierno del país, en el partido Fidesz de Víktor Orbán, después de haberse dado buenas sesiones de lavadora. Así que, sin obviar que hubo resistencias al nazismo en Hungría -además de las del Partido Comunista, que han sido un poco olvidadillas-, esta dinámica para más un intento de distanciar al país del genocidio nazi de los años 40 que una muestra de la realidad de la partipación húngara en la contienda bélica y las atrocidades que realizaron codo con codo con la Alemania Nazi.
Sin embargo, esta película se propuso mostrar con toda la crudeza esta última realidad: acompañamos durante el film a un batallón del ejército húngaro destinado en la retaguardia en Rusia con el fin de vigilar a la población local y desarticular las partidas partisanas operativas en la zona. Veremos al ejército húngaro robarle comida a civiles rusos que están en la pobreza máxima, obligando a la población de las zonas ocupadas a alojarlos, darles de comer, entretenerlos y asesinarles indiscriminadamente si se sospecha de manera sumaria que tienen relación con los partisanos, y también podemos ver la resistencia silenciosa de estas comunidades ocupadas a sus invasores. El protagonista y sus compañeros militares son auténticamente despreciables, es muy fácil alegrarse cuando caen ante las balas rusas, a pesar de que la película muestra claramente que hay soldados que disfrutan con el asesinato y los hay que no están nada cómodos con ello, aunque el guion no les exime de culpa por ello, ya que actúan en la dirección que provoca los actos aberrantes.
Recomendable.
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