Título original: Crematorio
Dirección: Jorge Sánchez-Cabezudo
Guion: Alberto Sánchez-Cabezudo, Jorge Sánchez-Cabezudo, Laura Sarmiento.
Música: Lucio Godoy
Fotografía: Daniel Sosa, Alfonso Postigo
Reparto: Andrew Garfield, Sam Worthington, Hugo Weaving, Vince Vaughn, Teresa Palmer, Luke Bracey, Rachel Griffiths, Richard Roxburgh, Matt Nable, Nathaniel Buzolic, Ryan Corr, Goran D. Kleut, Firass Dirani
Productora: Canal+ España, Mod Producciones
País: Reino de España
Año: 2011
Duración: 55 min.
Rubén Bertomeu es un exitoso empresario de la parte norte de la provincia de Alicante. Originario de allá, se ha dedicado las últimas décadas a levantar un imperio económico basado en diversos negocios legales (hoteles principalmente) con el fin de blanquear otros no tan legales (tráfico de drogas, entre otros), combinado con una red enorme de trato con otros empresarios igual de infames, la mafia rusa, políticos corruptos (indudablemente esto es una referencia al Partido Popular, no en vano la serie se desarrolla en una comunidad autónoma batida por la corrupción política capitaneada por dicho partido) e infinidad de negocios medios igual de sucios. Además de todo, muestra un capitaneo y un monitoreo absoluto de cara a su familia, a su madre, su hermana, su nieta y hacia su hermano, cuyo cadáver vemos en el primer capítulo tras una larga enfermedad, quien intentó toda su vida mantenerse al margen de sus trapicheos.
La serie tiene el mérito de mostrarnos con detalle todas las ramas de un caso de corrupción. Nos recuerda a El Reino -casualmente también ambientada en la Comunidad Autónoma Valenciana, qué cosas, ¿será el Partido Popular, declarado como organización criminal por una sentencia judicial, el partido al que pertenecen los concejales corruptos de la serie?-, salvo que en este caso tiene el mérito del detallismo. Vemos desde los pactos y relaciones con mafias locales, hasta reuniones con concejales de ayuntamientos, el papel de hoteleros, la acumulación de bienes en sociedades fantasmales, propietarios de fincas y hasta bancos. Incluso conversaciones amistosas entre policías y abogados defensores, y faltaría haber puesto situaciones parecidas con fiscales y jueces, puesto que esta situación también se ha dado en el mismo contexto geotemporal, ya que el poder judicial queda demasiado limpio en este caso. De hecho, la gran mayoría de corruptos, tanto empresarios como políticos, no reciben la atención y represión que sí que reciben los protagonistas de este fin, y está bien lo que les pasa en la serie, pero no es tan representativo de la realidad. Sin embargo, estamos ante una serie muy interesante de ver para entender desde dentro el fenómeno de la corrupción, se hace corta, es entretenida, de calidad y, la verdad y con toda la franqueza del mundo, ojalá en el mundo real esta gentuza acabara como acaba en la serie.
Recomendable.