Título original: Altsasu
Dirección: Asier Urbieta
Guión: Harkaitz Cano, Andoni de Carlos, Mikel Álvarez
Reparto: Jon Olivares, Erik Probanza, Nikola Zalduegi, Aia Kruse, Asier Oruesagasti, Julen Jiménez, Xabier Elizalde, Ander Azurmendi, Cristian Merchan, Jorge Monje, Yasima Drissi, José Ramón Soroiz, Mireia Gabilondo, Miren Gojenola, José Ramón Argoitia, Itziar Atienza
Productora: ETB, Baleuko.
País: Reino de España
Año: 2020
Duración: 50 min.
Esta miniserie nos narra con un realismo en ocasiones de archivo (su guión está basado en muchos momentos en entrevistas y en actas sumariales de procesos penales) el famoso proceso que en 2016 imputó por terrorismo a ocho jóvenes de la localidad navarra de Altsasu tras una pelea de bar con unos guardias civiles fruto de las tensiones que había estado inoculando el cuerpo represivo a diversas habitantes del pueblo. Se narran las posibles conexiones entre gente vinculada a las instituciones represivas del Reino y las cadenas de favores que generaron que el auto pasara de un atentado a la autoridad en la audiencia provincial de Pamplona a lesiones derivadas de una asociación ilícita con fines terroristas en la Audiencia Nacional de Madrid, el tribunal político por excelencia del estado, sucesor del Tribunal de Orden Público franquista. Esto sólo se explica dentro de ciertas directrices hacia los encargados de la represión en Euskal Herria, que pretenden ejemplarizar a la población ante el miedo de que vuelva a haber una respuesta contra las políticas gubernamentales españoles tan fuerte o cercana a lo que fue ETA en su día. Y así, a día de hoy, 7 personas continúan cumpliendo condenas en diversas cárceles de la península.
La serie muestra indudablemente a los imputados como víctimas de un montaje. Esto ha generado revuelto entre los medios de derecha, que obviamente prefieren que ciertas cosas no se aireen utilizando medios audiovisuales que llegan a miles y miles de personas. Se estrenó a la vez en la televisión autonómica vasca y en la catalana, que han sido las realizadoras. El realismo es un punto clave muy fuerte. Los hechos suceden como hemos podido oír en las bocas de los padres que han venido a nuestro territorios a dar charlas sobre lo que les había pasado a sus hijos. Padres y madres que aparecen con sus disidencias internas y los vaivenes cubiertos de sangre promovidos por posibles pactos con la fiscalía, pero en último término la unidad es uno de sus puntos fuertes. Los protagonistas de la historia no aparecen heroificados, pero los encuentras sufriendo unas situaciones en las que salir adelante es puro heroísmo.
Y los señores picoletos y las personas que les apoyaron aparecen con sus vidas, sus emociones, sus ideas y sus maneras de afrontar la situación. Y aunque uno de los agresores aparezca como mucho más fascista que el otro, ninguno de los dos tiene problemas en mentir si así se lo ha mandado la autoridad competente. Ni ellos ni sus novias. España estaba en juego, faltaría más. Aunque la película los muestra como seres humanos, sus papel y su testimonio queda bastante puesto en tela de juicio, así como el terrible papel que juega una vecina del pueblo, novia de uno de ellos, y su madre, respaldando sin quererlo del todo a su afectada hija. A pesar de que se contextualiza el por qué de sus acciones, esta serie, contrariamente a lo que tenemos por costumbre ver en la caja tonta, no las justifica para nada.
Eso sí, la verdad, nos gusta que las cosas se cuenten con todo el realismo posible. Y entendemos que el ritmo del guión manda muchas veces, pero tampoco se pueden mandar a la población mensajes falsos: si te detienen, no llega tu abogada y te saca automáticamente de los calabozos de comisaría, sino que pasas a disposición judicial, te encierran en el juzgado que corresponde a tu municipio y sales una vez el juez de guardia decrete tu puesta en libertad tras declarar ante él o ella. Y en la cárcel, a pesar de que la retratan bastante bien -funcionarios cabrones, el régimen de aislamiento…- los bis a bis se consiguen al cabo de seis meses de estar recibiendo visitas por la persona que has identificado como tu pareja, salvo que estéis casados. Sólo estas dos objeciones que hayamos visto.
Muy recomendable, muy muy recomendable, imprescindible. Debería llegar al nivel de difusión que últimamente han tenido productos audiovisuales que hablan sobre el conflicto vasco, que no vamos a nombrar para no darles difusión, pero que son lamentables. Y desde este humilde blog, por supuesto, toda la solidaridad posible con las ocho imputadas y con los que a día de hoy continúan bajo el yugo del aparato penitenciario español.
Completa en esta tremenda página y en nuestro archivo.
