La película nos narra la historia política de un período muy concreto de la historia de EEUU a través de la relación afectivo-sexual de Katie y Hubbell. Dos personas que ideológicamente desentonan bastante, pero diversos acontecimientos les terminarán uniendo durante muchos años: Ella es una militante comunista que agita en la universidad, en el trabajo y en las calles, a quien empezaremos viendo pidiendo fondos para ayudar a la II República en la Guerra Civil y acabaremos viendo en la lucha ecologista por la desnuclearización bélica y civil. Él es un chico de fraternidad algo pijo prototípico de EEUU, pero con cierta sensibilidad y conocimientos en diversas materias.
Así pues, la película nos permite presenciar de cerca la vida universitaria, el final de la guerra mundial, el mundo del cine y la caza de brujas de los años cincuenta, que trastocan la vida de estos personajes y de su alrededor.
Tras la caída de la bolsa en 1929, los EEUU vivieron uno de los períodos más difíciles de su historia, hasta que las políticas de Roosevelt a partir de 1933 mejoraron la situación. La película se ambienta en pleno centro de la crisis económica, en 1932, y nos muestra una de las caras más repugnantes que tuvo dicha crisis: los bailes. Éstos agolpaban a un gran número de personas desesperadas por no tener empleo y morirse literalmente de hambre, que podían disponer comida y algún premio menor durante el concurso. Pero el aliciente principal era un posible premio económico a la pareja que más aguantara bailando de entre todas las concursantes. Los bailes, además, se desarrollaban en pabellones con público a quien se le cobraba entrada y se le ofrecían otros servicios previo pago, para que presenciaran el lamentable espectáculo de gente pasándolo mal y siendo sometida a pruebas infames para entretener a la asistencia.
La película nos narra uno de esos bailes detalladamente y desde dentro, descarnadamente y con todas las tretas, trampas, piques y situaciones enormemente lamentables que tenían lugar. La protagoniza una de esas parejas que bailaban hasta la extenuación o incluso la muerte, como fue el caso, así como problemas físicos crónicos, sufrimiento mental… Y también nos muestra la lamentabilidad del público, con gente famosa entre él, o con gente que simplemente está en una posición económica ligeramente mejor que quienes concursan, y que van allí a satisfacerse viendo gente que está todavía peor, lo cual es explícitamente comentado en la película.
Un largometraje en el que lo repugnante que es la sociedad de clases está crudamente explicado, así como las consecuencias que genera, como gente absolutamente carente de escrúpulos en todas las posiciones que aparecen en la película (concursante, público y organizadores), y que es bastante equiparable a otros espectáculos que históricamente han puesto la vulnerabilidad de la gente en el centro, como los circos romanos, la tauromaquia, los reality shows o actualmente las redes sociales.
Tres años después del golpe de Estado contra Salvador Allende, un equipo de rodaje, parte de su elenco artístico y el propio director, que habían conseguido exiliarse de Chile huyendo así de una más que probable muerte, rodaron en Francia esta película que nos narra los sucesos que tienen lugar el 11 de septiembre de 1973 en Santiago de Chile desde las primeras horas de la mañana hasta la noche. La película nos narra con bastante detalle los acontecimientos, enfatizando en la resistencia que se ofreció a los militares en el campus universitario, en centros de trabajo y en el propio Palacio de la Moneda, donde veremos al propio Allende defendiéndose de los ataques del ejército y los bombardeos aéreos y terrestres. Pero tampoco se queda ahí, sino que contextualiza lo ocurrido mediante el recuerdso al flashback, dando las razones por las que se llega hasta ese punto. Y también aparece bastante bien retratada la parte golpista, con sus contactos y afinidades con EEUU, la casta militar y la alta burguesía, espantadas ante los avances sociales que avecinaba el gobierno de la Unidad Popular.
Hay eventos del film que no están del todo demostrados históricamente, debido principalmente a que testigos golpistas y las versiones oficiales no son una fuente muy fiable, y a que todas las personas afines al gobierno presentes fueron asesinadas. Pero teniendo en cuenta esto, estamos ante una reproducción que contó con testimonios de primera mano de muchos de los acontecimientos que recrea, además de que es un homenaje muy emotivo y justo a quienes se enfrentaron al golpismo aquel día.
Afortunadamente este documental se realizó un año antes de la invasión rusa sobre Ucrania, por lo que nos da una visión más integral, muy documentada y sin responder aparentemente a las visiones sesgadas que ha generado la polarización entre otanistas y putinistas desde Rusia lanzó su “Operación Especial”.
Marquina nos da una visión muy completa, profunda y preocupante de la sociedad rusa de los últimos años. Para ello rescata un concepto del Período de Entreguerras como es el de ‘Revolución Conservadora’, ideado por aristócratas y monárquicos alemanes tras la derrota en la Gran Guerra y el auge del movimiento obrero a nivel internacional en un intento por fundir ideas revolucionarias y reaccionarias en un mismo compendio ideológico para poder venderse mejor a las masas movilizadas. Esto obviamente no tuvo mucho éxito en un principio, pero inspiró notablemente a los fascistas europeos que aparecieron en los años veinte. Echamos en falta que este concepto hubiera quedado explicado en el documental, ya que se menciona sin ponernos en antecedentes.
Así pues, la visión que se nos ofrece de la Federación Rusa actual es un estado y una sociedad cuyo pensamiento y políticas en gran parte han llevado a la situación actual -sin quitarle culpabilidad a la OTAN y a EEUU, obviamente-, con un poder inusitado y en crecimiento de la Iglesia Ortodoxa, un discurso de nacionalismo como lubricante social que asocia lo ruso a lo ortodoxo y que se opone al modelo occidental de secularización y derechos sociales ilegalizando partidos y reprimiendo opositores bajo la acusación de “europeizar” o estar a sueldo de potencias occidentales. Un régimen, en resumen, autoritario, teocratizante, que fomenta valores reaccionarios en la sociedad, que favorece el terrorismo de estado, cuya oposición se expande por canales muy estrechos o se ve condenada al exilio, y profundamente racista, xenófobo e islamófobo. Esto no queda tan bien explicado en el documental, pero gran parte de esta situación no se debe únicamente a las guerras chechenas o a herencias del desmantelamiento territorial soviético, sino al modelo de expansión colonial eslavo que comenzó en el siglo XVIII y a día de hoy prosigue bajo otros discursos igual de nocivos.
Además, nos ofrece con mucha atención los discursos de adoctrinamiento, con especial énfasis en jóvenes e infantes: desde desfiles y entrenamientos militares a gente de diez años y adolescente, hasta grafiteros que con discursos antisistemas aseguran defender lo ruso como algo asediado por el capitalismo occidental. Evidentemente, no podía faltar una entrevista a Dugin, ideólogo del nacional-bolchevismo, que se jacta de combinar políticas ideológicas reaccionarias con protecionismo y avances sociales en lo económico. Aunque esto último en la actual Rusia brilla por su ausencia.
Mención especial a la difícil concatenación a nivel de percepción de la historia entre la Rusia actual y la Unión Soviética: se percibe el pasado como malo porque reprimió la Iglesia Ortodoxa entre otras cosas y se exalta al último Romanov como mártir y casi santo, a la vez que se reivindica la victoria al nazismo en 1945 y el desarrollo económico. Misma contradicción que se da cuando se propone un modelo alternativo a accidente, pero económicamente estamos ante un estado que usa el autoritarismo para imponer un modelo neoliberal a imagen y semejanza de Occidente, donde las cacareadas reformas sociales que promueven algunos de los gurús ideológicos de la actualidad social rusa son prácticamente inexistentes.
Estamos ante un documental que explica muy bien la Rusia actual, con unas cosas más enfatizadas que otras obviamente, pero por todo ello muy recomendable.
Título original: El viaje inverso
Dirección: Llorenç Soler
Guion: Llorenç Soler Música: Eduardo Arbide
Fotografía: Llorenç Soler
Productora: Autoproducción País: Reino de España Año: 2006 Duración: 82min.
Soria, una de las provincias del estado español con menos densidad de población, es la protagonista de este documental que se realizó bastantes años antes de que se institucionalizara el debate en torno a “la España vaciada”. El documental discurre en torno a dos procesos paralelos que se van dando en el territorio y que van saliendo en la medida de lo posible: el enorme envejecimiento de la población fruto de la pobreza y la migración a las ciudades desde los años sesenta, y los proyectos de repoblación de ge nte joven harta de la vida urbana o de población migrante que sí está dispuesta a los trabajos de campo que requiere la vida en esta zona. Así pues, veremos análisis con testimonios y entrevistas de la situación en la zona, cómo interactúan ambos procesos, las opiniones mutuas, las nuevas generaciones que van naciendo, los trabajos, las tradiciones, testimonios sobre cómo era todo antaño…
Tano y Richi se conocen desde hace años por haberse criado en la misma barriada andaluza. Tano está en un centro de menores, pero recibe un permiso par salir y asistir a la boda de su hermano mayor. El reencuentro con su barrio, con la gente que lo habita y con todas las dinámicas en torno a él sirve como hilo para describir la situación social por la que pasa buena parte de la población. Situaciones de auténtico canibalismo social, en las que hay una rueda infinita de malos tratos, estafas, peleas, drogas, y pisotones entre personas económicamente empobrecidísimas reinan en el film, mientras desde la perspectiva de Tano escuchamos reflexiones al respecto y sobre cómo afrontar cada cosa con las herramientas que hay a su disposición.
Interesantísimo film enmarcable en esta ola de cine “neoquinqui” que ha surgido con el siglo XXI. Recomendable.
Villa Ramiro, pueblo próximo a Gernica, constituye en el film una alegoría de lo que fue la guerra civil española, o al menos la estrambótica visión de ésta de su director y guionista, Fernando Arrabal. Tomársela al pie de la letra sería un tremendo error, pues estamos ante una película muy enmarcable dentro del surrealismo, y pretende mostrarnos un resumen de la guerra aglutinando muchos frentes de guerra y muchas tensiones políticas.
Veremos la revolución social, la cuestión de la enseñanza, la destrucción de Guernica y escenas verdaderamente sacrílegas pasando delante de nuestros ojos, para terminar con la brutal represión que se vivió en la zona tomada por el bando fascista. Entre medias hay una relación de amor y alegatos políticas radicales muy influenciados por el contexto post-mayo de 1968 en el que se rueda el film. Se heroifica la resistencia antifascista y republicana y se trata al fascismo como la basura criminal que es, enfatizando el control social que reproduce a su alrededor y el papel cómplice de la Iglesia Católica.
Título original: Memorias aisladas
Dirección: Dani Curbelo
Guion: Dani Curbelo Fotografía: Dani Curbelo
País: Reino de España Año: 2016 Duración: 36min.
Este documental, priorizando la entrevista como método de exposición, nos traza una excelente panorámica de cómo pudo ser la vida de las disidencias sexuales y de género en el contexto de la dictadura franquista y de la criminalización de la homosexualidad que llevó a cabo. Aunque se echa de menos algo de militancia política y mayor profundidad en las primeras manifestaciones de liberación gay en la isla, el documental nos ofrece una visión bastante completa.
Título original: Hadashi no Gen
Dirección: Mori Masaki
Guion: Keiji Nakazawa Música: Kentaro Haneda
Fotografía: José Torres
Productora: Gen Productions
País: Japón Año: 1983 Duración: 85min.
El bombardeo con una bomba atómica sobre Hiroshima lo veremos en anime y desde la visión de un niño pequeño. Estamos ante una pieza cinematográfica bastante dura, tanto por lo que cuenta como por cómo lo cuenta y porque está basado en las vivencias reales de Keiji Nakazawa, dibujante del manga que dio origen más tarde al film. Gen, protagonista de la pieza, vive con su familia en Hiroshima sobreviviendo a las carencias provocadas por la guerra, pero contento de que su ciudad apenas ha sido bombardeada, frente a las noticias que llegan de devastación de otras ciudades japonesas, incrementándose a lo largo de 1945. Vive con su hermano pequeño, su madre embarazada y su padre, que está socialmente vilipendiado por negarse a ir al frente por su postura antibelicista. Ello les hace pasar más hambre aún que la media de la sociedad, y que diaramente tengan que buscar la comida del mismo día.
Así es su vida hasta que llega el 6 de agosto de 1945, y veremos escenas verdaderamente crudas y duras de las consecuencias sobre la población del bombardeo atómico en las horas y días siguientes, que están basadas en las consecuencias reales de la exposición al bombardeo de la ciudad: la muerte de los supervivientes en medio de dolor y heridas horrorosas, el agua contaminada, el ardor en la piel, la muerte de los soldados que acudieron en primer lugar a ayudar, la falta de comida acrecentada, la pérdida generalizada de seres queridos, niños huérfanos perdidos por la calle, cadáveres y cadáveres y cadáveres por todas partes…
Una película muy realista y muy implacable. Muy recomendable.
Gabriela era niña cuando comenzó la Guerra Civil Española, por lo cual tuvo que desplazarse con su familia y huir de los fascistas. Terminaría siendo una de las niñas que consiguieron salvarse del conflicto bélico yéndose a vivir a México, lo que la separaría para siempre de su familia. A pesar de la excelente bienvenida que México dio al exilio republicano, y especialmente a sus exiliados más jóvenes, Gabriela vive traumatizada y deprimida por aquellos acontecimientos más de veinte años después, ya como mujer adulta, y sigue echando de menos a su madre y al país donde se crió.
Estamos ante un homenaje que el cine mexicano hizo al numeroso exilio español que seguía siendo una masa muy destacable a mediados de los años sesenta. Muy recomendable.