Vivien es una adolescente que llegado el caso decide hacer algo frente a las situaciones de machismo que vive permanentemente en el instituto. Inspirándose en la juventud punk feminista de su madre, decide elaborar un fanzine feminista y dejarlo anónimamente en los baños de chicas. Esta acción acaba generando la constitución de un movimiento feminista en el instituto que comienza a dar respuesta a las acciones machistas que ocurren por parte de profesorado -no necesariamente masculino- y alumnado.
La película pone sobre la mesa algunos de los debates actuales del feminismo. Por ejemplo, la interseccionalidad con el racismo, las masculinidades alternativas, la denuncia de las agresiones machistas, la sororidad… mezclada con un poco de la filosofía punk del hacer algo y hacerlo pese a la apariencia de un entorno hostil. También hay una fuerte crítica a diversas formas que tiene el machismo para desarrollarse, y al apoyo institucional que recibe mediante la inacción de las instituciones que deberían proteger a las personas que lo reciben. En este caso es en un instituto, y reproduciendo situaciones que se repiten permanentemente en la realidad, pero la película no deja de ser una alegoría para multitud de situaciones que se reproducen más allá de lo escolar.
Y si además eres fan de la banda de punk feminista Bikini Kill, disfrutarás aún más de la película, ya que es su banda sonora oficiosa.
Una historia de amoríos sirve de narrativa para esta película de las primeras de la industria colombiana que tiene como telón de fondo el robo descarado de Panamá por parte de EEUU a Colombia con el fin de construir el canal comercial que llega hasta nuestros días. Tras diversos enfrentamientos políticos, en noviembre de 1903 los sectores independentistas proclamaron la separación de Colombia con la inestimable ayuda de los EEUU, cuya propuesta de hacer el canal había elevado la tensión con Caracas al haber rechazado el proyecto el gobierno colombiano.
La película narra los acontecimientos políticos posteriores y los conflictos surgidos en el contexto de la inauguración del canal en 1914, tratándose de una de las primeras películas anti-imperialistas de la historia del cine. Se rodó escasos años después de la indemnización de 25 millones de dólares de EEUU a Colombia por la pérdida del territorio, que logró establecer relaciones diplomáticas entre ambos países y los reconocimientos mutuos. Las élites colombianas ya estaban plenamente ligadas a la maquinaria imperial estadounidense, y frente a esta vulneración de su soberanía, se limitaron a poner las manos para resolver el dinero. Podríamos decir que el aviso del film cayó en saco roto, y Colombia se volvió un vasallo más de EEUU en la zona. Sólo dos años después del estreno de Garras de Oro el ejército colombiano masacró en Ciénaga a los trabajadores de la estadounidense United Fruit Company, que buscaban mejoras salariales y en sus condiciones laborales. Aquello es conocido como La Masacre de las Bananas, y estas situaciones tan habituales en estos años en el llamado «patio trasero» de EEUU dieron origen a definir los regímenes políticos de varios países, entre ellos Colombia, como Repúblicas Bananeras.
Aunque la película puede seguirse más o menos con cierto hilo conductor, faltan varias partes de la misma. La restauración se produjo en fechas recientes, puesto que se halló décadas perdida gracias a que EEUU se dedicó a perseguirla con el fin de que no se distribuyera. Los motivos, tras todo lo expuesto anteriormente, saltan a la vista.
Título original:Rohwedder. Einigkeit und Mord und Freiheit
Dirección: Jan Peter, Torsten Striegnitz
Guion: Christian Beetz, Martin Behnke, Jan Peter, Georg Tschurtschenthaler Música: Nils Kacirek,Milan Meyer-Kaya
Fotografía: Jürgen Rehberg
Compañías:Gebrueder Beetz Filmproduktion
País: Reino de España
Año: 2020 Duración: 172min.
Detlev Rohwedder es un prototipo de hombre de estado de la segunda mitad del siglo XX europeo. Empresario miembro del Partido Socialdemócrata Alemán, a partir de 1969 comienza a ostentar cargos de responsabilidad en la política de la República Federal de Alemania. El mayor y último que tuvo fue bajo los gobiernos de derechas de la RFA y el recién constituido de la RDA, cuando lo nombraron presidente de la Agencia Fiduciaria, en alemán Treuhandanstalt. Era el contexto de la caída del muro de Berlín y la reunificación de la capitalista República Federal de Alemania y la República Democrática de Alemania, tras haber habido en esta última un golpe de mano con movilizaciones sociales que había arrancado al partido comunista de la gestión del estado. La Treuhand se dedicó a privatizar masivamente todas las empresas del estado socialista, provocando que se dispararan la pobreza, el desempleo y la precariedad generalizada en los estados recién incorporados, provocando lo que actualmente se conoce como un austericidio. Las protestas se sucedieron imparables, y las tensiones respecto a la unificación aumentaron considerablemente. En este contexto, Rohwedder se encontraba en su casa de Düsseldorf en la noche del 1 de abril de 1991, cuando un rifle de precisión lo agujereó mortalmente.
Nunca se supo verdaderamente quién acabó con Rohwedder, aunque el estado alemán dio una versión oficial que poca gente se tragó. Su muerte fue revindicada por la Fracción del Ejército Rojo (RAF por sus siglas en alemán), un grupo armado alemán comunista operativo oficialmente entre 1970 y 1998 que atacó los intereses de la Alemania capitalista y sus aliados internacionales en la región mediante atentados con bomba y asesinatos selectivos. Miembros de la patronal, soldados, policías o políticos fueron sus principales víctimas, en más de una ocasión con un pasado nazi no demasiado disimulado. Sin embargo, nunca se supieron realmente los detalles de esta operación que acabó con la vida del privatizador más odiado de Alemania en ese momento.
La serie analiza la muerte de Rohwedder desde diversos aspectos, para lo cual entrevista a una variedad muy grande de personas en torno a la cuestión. Esto nos hará escuchar los testimonios de miembros del gobierno, compañeros de partido y policías, los cuales a menudo no aportan mucho o aportan simplemente basura procapitalista. Pero lo interesante de este documental es su seria aproximación a las sombras que hubo en la RFA y en la reunificación alemana. Escucharemos hablar a militantes de la RAF que se comieron muchos años de prisión hablando de las razones por las que se unieron a la lucha armada. De la impunidad que hubo al nazismo en la RFA tras la guerra mundial, y de las simpatías nazis que mostraba gran parte de la población pese a los horribles crímenes cometidos escasas décadas antes. Escucharemos a un ex-miembro de la Stasi, la inteligencia policial de la RDA tan satanizada por innumerables narrativas y productos culturales, hablando de los nobles motivos que le llevaron a unirse y los sentimientos hegemónicos antifascistas que había en la RDA. Y escuchamos a gente que nació en la RDA que actualmente son personas conocidas en Alemania, que cuentan lo traumático que fue para ellas el proceso de reunificación. Las críticas de la sociedad alemana al autoritarismo de la RDA no implicaban que quisieran un modelo capitalista despiadado como el de la RFA, y eso lo dejan claro. Eso y decenas y decenas de imágenes de archivo, que contrastante con el discurso hegemónico de fantasía y fiesta que según la versión oficial cundió en Alemania por la reunificación. Las movilizaciones anti-RFA en el Berlín ex-socialista reprimidas fuertemente por la policía occidental, la enorme pobreza, las manifestaciones, la población de a pie rechazando a la RFA ante las cámaras e incluso alegrándose de los balazos contra Rohwedder… De «Revolución Pacífica», como la historiografía oficial llama al proceso, no tuvo nada. Un proceso que a día de hoy sigue generando problemas abismales en la Alemania actual y a Europa en general. No por casualidad la extrema derecha está ganando terreno en los estados ex-RDA, con un caldo de cultivo de mayor niveles de pobreza, crisis de identidad colectiva y desconfianza hacia la política estatal donde el discurso que culpa de todo a inmigrantes y a políticas feministas/LGTBIAQ+ asociadas a la izquierda encuentra orejas que lo escuchen con atención.
Contextualizando este escenario, el documental intenta descifar la muerte del político empresario. Busca dar con una autoría certera, pero más bien lo que hace es sembrar más incógnitas en lo que hasta la fecha sigue siendo un caso sin resolver, pero que se usa como recurso para lograr que el documental sea más entretenido.
Las condiciones a las que obliga la legislación sobre migración a vivir a quienes deben marcharse de sus países de origen es el tema principal de este documental. De un lado vemos a una familia blanca belga que vive de la economía informal, y más en concreto gestionando un edificio en el que viven personas sin papeles. Del otro lado tenemos como protagonista a una familia de Burkina Faso que ha tenido que migrar a Bélgica para vivir dignamente, y que es sometida a la violencia institucional de no tener papeles, y a los chantajes de sus arrendatarios bajo una garantía nula de derechos, sólo basado en si paga cada mensualidad o no.
Es interesante deternos un momento en el origen de esta familia protagonista. El país acababa de vivir una época de bonanza bajo el gobierno panafricanista de Thomas Sankara, que puso los puntos sobre las íes al neocolonialismo francés. Pero un golpe de estado impulsado por Francia lo depuso y asesinó, volviendo el país al sometimiento francés y las condiciones materiales volvieron a caer en picado. En ese preciso contexto en el que se hace la película se produce una nueva ola migratoria a Francia, y también a Bélgica por tratarse de territorio francófono, aunque esto no se cuenta en el largometraje.
El film nos muestra las condiciones laborales y sociales de la migración irregular desde varias perspectivas, bastante originales respecto a lo que suele ser el cine sobre este tema. Tiene puntos de salvador blanco, pero en general la narrativa es muy interesante.
Título original: Invertidos. La ley contra el deseo
Dirección: Martín Costa
Guion: Martín Costa Productora: Martín Costa Producciones País: Reino de España
Año: 2017 Duración: 101 min.
Diversas entrevistas a personas trans, bolleras, maricas y bis que crecieron durante el régimen franquista se suceden en este interesante documental que tiene por tema principal la represión social y política ejercida por la dictadura contra las disidencias sexuales entre los años 50 y 70 del siglo XX. El elenco es variado, tanto por identidades sexuales y de género como por sus ideas políticas, su relación con el activismo, sus vivencias, su represión…
Con momentos duros no aptos para todo el mundo, es una pieza muy recomendable.
Realizar una serie sobre un tema tan reciente y turbio como éste debió ser todo un desafío para sus creadores, que finalmente han hecho un producto fidedigno -teniendo en cuenta que gran parte de lo que ocurre es claramente inventado dentro de un mundo surrealista y mágico-, muy entretenido y que hace bastante justicia con quienes protagonizan esta serie. No por casualidad la propia protagonista ha participado en el guion.
Quienes veían la programación de las cadenas comerciales españolas en el año 2000 recuerdan perfectamente lo que fue el fenómeno del tamarismo. Tamara, posteriormente conocida como Ámbar y como Yurena, era una cantante de origen vizcaíno que saltó a la fama en paralelo por un hit que ya forma parte de la cultura popular española, el No cambié, y por frecuentar los platós de televisión de los programas más sensacionalistas con una serie de montajes cutrísimos que iban acompañados con un elenco de personajes que para el momento resultaban muy estrambóticos: Leonardo Dantés, Tony Genil, Paco Porras, el Arlekín, Loly Álvarez… En algunos casos, personas con una carrera musical de recorrido y asentada; en otros, gente que buscaba hacerse un hueco de fama, y en general gente que vio un filón y se aprovechó de la situación revoloteando en torno a la cuestión. La cosa acabó derivando en que Tamara/Ámbar/Yurena y su madre Margarita sufrieron una situación de fuerte acoso, que incluyó intervenciones callejeras, persecución periodística y publicación de vídeos íntimos, lo cual ahora mismo se halla penalizado legalmente dentro de la violencia machista. Su carrera musical se vio afectada severamente, casi sustituida por la prensa rosa, para que poco más tarde el globo se fuera desinflando.
El programa de telebasura Crónicas Marcianas merece un comentario especial, normalizando el acoso, la humillación y la falsedad a unos niveles que han pasado factura a toda una sociedad, y que seguimos sufriendo a día de hoy. La serie no escatima a la hora de reproducir algunos de los momentos más repugnantes del programa, si bien cambiando de nombre a su presentador e incluso al programa. Teniendo en cuenta la cantidad de interpelaciones revisando críticamente el contenido que hicieron, y la postura de escabullirse y no dar la cara tanto de Xavier Sardà como de gran parte del equipo, podemos imaginar que lo han hecho para evitarse denuncias. El facherío a menudo asoma detrás de este tipo de televisión de la crueldad, y Crónicas Marcianas no es una excepción. El propio Sardà estuvo amenazado por ETA tras dedicar un programa al asesinato del miembro del PSOE Ernest Lluch, disparado mortalmente por sus estrategias de aislamiento e intoxicación hacia ETA. Boris Izaguirre proviene laboralmente de la derecha mediática venezolana, es un referencia de la homonormatividad en nuestro reino y no ha ocultado mucho su anticomunismo y antichavismo pese a que intenta mantener una postura conciliadora. Pero el caso más descarado es el de Javier Cárdenas, que actualmente trabaja con un podcast para el periódico ultraderechista okdiario. Cárdenas estuvo lloriqueando porque no aparece en la serie -cosa que no es del todo real- bajo un discurso bastante patético que podríamos llamar «las travestis y les izquierdistes nos quitan el trabajo». Cuanto menos da que pensar todo esto.
Lo cierto es que finalmente Tamara/Ámbar/Yurena se volvió un icono homosexual de la música española, ya que su forma, sus melodías, sus temas y sus outfits fueron recibidos muy apasionadamente por la comunidad LGTBIAQ+, y esto en gran parte ha permitido que tengamos esta serie hecha en 2025 en las condiciones en que se ha hecho y por quiénes se ha llevado a cabo. Con puntos críticos y sin escatimar en cuestiones complicadas, lo cierto es que la serie pone a cada cual en su sitio, si bien con aderezos fantásticos y humorísticos.
Basado en los diarios de Rae Earl, la serie trata de una adolescente inglesa que tiene una crisis de salud mental y acaba ingresada varios meses en un centro psiquiátrico. La gordofobia es uno de los puntos determinantes que le llevan a esta situación. Al salir, busca reintegrarse a la vida y contacta con una de sus mejores amigas, la cual le introduce en su grupo de amistades.
A propuesta del profesional de la salud mental que tiene asignado, comienza a escribir un diario que da título a la serie. En él va describiendo las situaciones que le ocurren: los chicos que le gustan, los planes con su panda, la relación conflictiva con su madre y el novio de ésta, la falta de relación con su padre biológico, las situaciones complicadas que viven otras amistades, las drogas… También establece vínculos estrechos con personas del centro psiquiátrico, que pasan a formar parte de su vida cotidiana.
Desde esta perspectiva, la serie nos va contando problemas generales que se sufren en las escuelas y en la adolescencia, y en este caso concreto como Rae las va resolviendo o al menos afrontando. Esto le da un cariz muy interesante y la hace bastante única. No obstante, en último término el final de su terapia es la normalización de Rae y la adecuación a la sociedad, como iremos viendo según avanza la serie, y esto es algo que está más que demostrado que no le va bien a todo el mundo. Cualquier crítica al sistema en su conjunto como origen de los sufrimientos mentales va diluyéndose y/o desapareciendo con el avance de la serie, lo cual al final nos dejó un sabor de boca un tanto amargo.
Baya y Arthur se conocen por casualidad durante un programa de radio. Baya tiene una madre blanca hippie radical y un padre argelino, mientras que Arthur arrastra el trauma de su familia de no hablar de multitud de cuestiones, una de ellas que toda la familia de su madre salvo ella fue asesinada en el Holocauso por ser judía. Las cuestiones familiares están enormemente presentes en la película, explorando los condicionantes que generan en su descendencia. Baya se dedica a tener relaciones sexuales con fachas para convencerlos de que están equivocados y alejarlos del fascismo. Es el contexto de las elecciones francesas de 2002, en las que Chirac ganó en segunda vuelta contra el neofascista de Jean-Marie Le Pen, cuyo legado prosigue a día de hoy en la política francesa. Gran parte de sus votos vinieron del odio contra la migración y contra las comunidades árabes, y este contexto está más que presente en el film. Mientras, Arthur está acomplejado por su familia, lo que le ha generado una soledad que no consigue superar, y el hecho de que sea de izquierdas le genera dudas a Arthur, ya que le gusta pero no puede desfascistizarlo.
Junto a los temas citados, veremos otros también muy interesantes: la represión de la sexualidad, las relaciones no monógamas, la comunidad árabe francesa y sus debates, el medio ambiente, humor en torno a las masculinidades hegemónicas… En resumen, una película política para echarse unas risas que sitúa en el centro conflictos muy importantes del momento, y que prosiguen a día de hoy.
Título original: Escadrons de la mort: L’école française
Dirección: Marie-Monique Robin
Guion: Marie-Monique Robin Fotografía:Marie-Monique Robin
Compañías:Idéale Audience
País: República Francesa
Año: 2003 Duración: 60min.
A menudo se habla del papel de cómplice e instigador de EEUU en los regímenes dictatoriales de la llamada ‘Operación Cóndor’ que fueron estableciéndose en América latina entre los años 60 y 80 del siglo XX. Un papel más que demostrado, que tuvo como capital la Escuela de las Américas en Panamá. Pero a menudo se ha obviado el papel puntero y vanguardista que tuvo el estado francés en esta material. A lo largo de los años 50 la IV República Francesa lideró a nivel mundial una estrategia pensada y elaborada de contrainsurgencia contra el Frente de Liberación Nacional de Argelia. El terrorismo de estado combinando despliegue de militares, represión contra la población civil permanente y grupos paramilitares haciendo atentados y matando indiscriminadamente no sirvieron para evitar la independencia de Argelia en 1962, pero dieron a los servicios secretos y al ejército francés una experiencia que no dudaron en compartir con otros países del mundo, incluyendo los propios EEUU. Las relaciones internacionales, las complicidades anticomunistas y por supuestísimamente el dinero llevaron a rangos militares y mercenarios franceses a trabajar de asesores y/o ejecutores para las dictaduras brasileña, chilena, argentina y paraguaya, entre otras tantas, como demuestra concienzudamente este documental.
Título original: Die Rattenlinie. Fluchtwege der Nazis nach 1945
Dirección: Rena Giefer, Thomas Giefer
Guion: Werner Koch Fotografía: Fritz Poppenberg
Compañías:Con Voi Filmproduktion
País: República Federal de Alemania
Año: 1990 Duración: 44min.
Este documental se centra en las rutas por las que infinidad de genocidas nazis huyeron de los juicios donde les hubieran condenado por los crímenes de guerra del III Reich. Si bien hay diversas piezas tanto documentales como dramatizadas al respecto, este documental tiene el mérito de poner mucho el foco en la complicidad de sociedades, instituciones como la Iglesia Católica e incluso estados occidentales en todo ello, que toleraron o incluso reforzaron una red de huida en los años posteriores a 1945, incluso liberando a algunos nazis ya capturados.