Título original: The Handmaid’s Tale
Dirección: Bruce Miller, Reed Morano, Mike Barker, Kate Dennis, Floria Sigismondi, Kari Skogland, Daina Reid, Jeremy Podeswa, Dearbhla Walsh, Amma Asante, Deniz Gamze Ergüven, Elisabeth Moss, Natalia Leite, Colin Watkinson, Christina Choe, Richard Shepard, Dana Gonzales, Eva Vives, Liz Garbus, Bradley Whitford
Guion: Bruce Miller, Ilene Chaiken, Dorothy Fortenberry, Lynn Renee Maxcy,
Música: Adam Taylor
Fotografía: Colin Watkinson, Zoe White, Stuart Biddlecombe, Nicola Daley, Stuart Campbell, Bérénice Eveno
Reparto: Elisabeth Moss, Joseph Fiennes, Max Minghella, Yvonne Strahovski, Alexis Bledel, Ann Dowd, Jordana Blake, O.T. Fagbenle, Samira Wiley, Nina Kiri, Amanda Brugel, Edie Inksetter, Madeline Brewer
Productora: MGM Television, Hulu
País: Estados Unidos
Año: 2017-2025
Duración: 3960 min.
No era una opción no incluir esta serie en este blog, una vez que ha terminado su última temporada, pese a la enorme visibilidad que ha tenido. Porque, pese a ser un producto audiovisual comercial y mainstream, basado en una novela de una escritora como Atwood que nunca se ha terminado den nombrar feminista, lo cierto es que estamos ante una de las series feministas más importantes de lo que va de siglo, y se ha ido rodando, produciendo y estrenando también en uno de los peores contextos de la historia del país donde se ha creado y donde se ambienta, los EEUU, lo cual probablemente ha tenido que ver en su éxito. A día de hoy, los EEUU se parecen mucho más al distópico Gilead donde se ambienta la serie que cuando se estrenó su primera temporada, allá por el 2017. Y las referencias a la serie en movilizaciones feministas a lo largo y ancho del planeta -incluyendo el Reino de España- han sido innumerables, dando un punto de referencia a las militancias respecto a dónde nos podemos ir moviendo en materia de derechos sociales si se siguen determinadas políticas que van impulsando las agendas de extrema derecha y sus aliados.
En la serie, los EEUU son un par de estados que resisten y personal diplomático que asiste a oleadas imparables de personas refugiadas en Canadá. El resto del territorio es Gilead, un estado policial totalitario y teocrático liderado por comandantes de un ejército que está en todas partes desplegado. El auge de este grupo se ha llevado a cabo por un colapso climático que ha reducido drásticamente la fertilidad humana, y tras diversos movimientos autoritarios, su toma del poder destruye todos los avances en materia feminista y coloca a las mujeres en un papel absolutamente sumiso. De entre las consideradas menos válidas, las que son fértiles son asignadas a los comandantes como criadas, para que las violen delante de sus esposas en un ritual social y legalmente sancionado. Frente a esta situación, la serie nos narra la rebeldía feminista frente a un sistema tan opresor, que cataliza mediante diversas y varias mujeres de entre las cuales sobresale la protagonista, June Osborne.
La serie ha recibido justificadas críticas del uso excesivo de escenas desagradables de violaciones, torturas y demás, hasta puntos reiterativos en más de una ocasión. Una especie de morbo por el sufrimiento de las mujeres. Sin embargo, también es cierto que la serie ha situado el foco mayormente en esa resistencia permanente que hace a las mujeres luchar de muy diversos modos contra Gilead, desde actos de baja intensidad hasta atentados, organizados o en equipo, contra diversos objetivos y con diversos fines. Expone de diversos modos la hipocresía patriarcal detrás de estos sistemas de dominación, muestra diversas estrategias de combate y diversas alianzas, y en último término es un aviso preventivo contra futuros no deseables que podrían compartir diversas similitudes.
Tampoco cae en la simplificación de las personas que componen las élites de Gilead, y esto también es un punto muy valorable y permitido gracias a la profundidad que permite a menudo la longitud de las series. Hay grados de machismo en ese mundo como los hay en el nuestro, y fuera de él, en la vecina Canadá y entre las personas refugiadas obviamente también. Hay complicidad y apoyo desde hombres de diverso tipo, y también los hay que quieren ejercer un machismo implacable, pero más atemperado. Hay diversas situaciones de opresión entre las mujeres, sufriendo algunas el patriarcado más que otras, pero no por ello lo dejan de sufrir. Incluso las más aferradas a la fe del régimen. Y esto obviamente también marca sus actos.
En resumen, una serie que quien tenga tiempo y la capacidad de visionar la violencia patriarcal que se expone en ella, se puede llevar también sensaciones de esperanza, aprendizajes, reflexiones y estrategias de lucha variadas. Recomendable.