Título original: Dark Waters
Dirección: Todd Haynes
Guion: Matthew Carnahan, Mario Correa, Nathaniel Rich.
Música: Marcelo Zarvos
Fotografía: Edward Lachman
Reparto: Mark Ruffalo, Anne Hathaway, Tim Robbins, Bill Camp, Bill Pullman, Victor Garber, William Jackson Harper, Mare Winningham, Kevin Crowley, Trenton Hudson, Marc Hockl, Lyman Chen, Courtney DeCosky
Productora: Killer Films, Participant Media.
País: Estados Unidos
Año: 2019
Duración: 126 min.
A finales de los años 90 Rob Billot, abogado de un bufete de lujo dedicado a defender empresas, recibe la visita de un amigo del pueblo y viejo conocido de su abuela, Wilburg Tennant. Su ganado se muere de manera escalonada, el agua de la zona está negra y correo piedras y dientes y sospecha que tiene que ver con el vertedero que DuPont, peso pesado de la industria química estadounidense, tiene cerca de su terreno. El caso llegó a poner sobre la mesa que el material que estaba envenando al ganado y a la población de la zona era ni más ni menos que el teflón, originado durante el Proyecto Manhatan para el recubrimento de los tanques estadounidenses y reciclado para uso civil como antiadherente en infinitas sartenes, ollas y demás instrumental de cocina. La propia documentación interna de DuPont demostró que la empresa tenía estudios de sobra que sabían que el teflón era contaminante y que el cuerpo es incapaz de expulsarlo una vez dentro de él, y aún así no lo pusieron en conocimiento de la agencia correspondiente. Evidentemente esto fue un escándalo que llega hasta nuestros días, hasta el hecho de tener que realizar una película al respecto, porque DuPont perdió todas las demandas, pero las indemnizaciones han sido tan nimias en comparación con la enorme cantidad de dinero que consiguen que continúan comercializando el producto y las personas responsables de esta intoxicación masiva siguen en completa impunidad. Y, por supuesto, la vida de las personas damnificadas fue objeto de acoso, amenazas, miedo y tensión permanente, descrédito social y político y muertes prematuras. Rob estuvo al borde de la ruina y casi sin trabajo, a pesar de quedar reiteradamente demostrado que tenía razón. Así funciona el capitalismo, disfruten lo votado.
Muy recomendable y capaz de conseguir mantener en vilo al público en un tema tan cercano en el tiempo y tan centrado en cuestiones técnicas químicas y jurídicas. Merece como mínimo un visionado por poner en la gran pantalla este enorme problema de salud mundial. Si esto pasa con la industria química, en esta época de vacunas forzadas podemos hacer un paralelismo con la industria farmacéutica muy fácil y certero.