Título original: Elysium
Dirección: Neill Blomkamp
Guión: Neill Blomkamp
Música: Ryan Amon
Fotografía: Trent Opaloch
Reparto: Matt Damon, Jodie Foster, Sharlto Copley, Alice Braga, William Fichtner, Diego Luna, Wagner Moura, Talisa Soto, Ona Grauer, Terry Chen, Adrian Holmes, José Pablo Cantillo
Productora: Media Rights Capital (MRC), QED International, Sony Pictures Entertainment (SPE), TriStar Pictures
País: Estados Unidos
Año: 2013
Duración: 109 min.
En el año 2154, la estratificación social ha llegado hasta el punto de que la clase alta se ha ido a vivir a un satélite -llamado Elisyum- que orbita la tierra, porque la ultratecnologización de la misma la ha desertificado y ha convertido su clima en contaminante. Además, los ricos tienen una tecnología que les permite curarse de cualquier enfermedad, que para nada comparten con la clase pobre que se ha quedado en la tierra sometida a infinidad de problemas de salud. Algunas mafias preparan naves que van de manera ilegal a Elysium para conseguir curar a sus seres queridos antes de que les devuelvan a la tierra. Y en este contexto el protagonista, Max, trabaja en una fábrica de robots donde tiene un accidente laboral. Su supervivencia depende de llegar a Elysium, pero por el camino se encuentra con multitud de situaciones para conseguirlo que complican la historia.
Una buena mezcla de cyberpunk, crítica social, políticas racistas institucionales y enormes efectos especiales y batallas futuristas típicas de Neill Blomkamp, que es también director de Distrito 9 (2009), película con la que comparte bastantes elementos, además de la ciencia ficción, el tema de la segregación por raza/clase. Igualmente, encontramos enormes similitudes entre esta película y Johnny Mnemonic (Robert Longo, 1995), algunas bastante descadas. El anillo en el espacio que representa Elysium parece copiado y pegado del videojuego Halo. Y, como dato interesante, la película está ambientada en Los Ángeles, pero está rodada en Bordo de Xochiaca, Ciudad Nezahualcóyotl, una pobrísima región de México, tan pobre que para rodar la película no tuvieron que añadir ni cambiar ningún elemento: el contexto de extrema pobreza, edificios destartalados, hospitales cayéndose y ausencia de asfalto entre una mezcla de chabolismo y viviendas dejadas es tal cual lo podemos encontrar en el mundo real.
El fallo que le encontramos es que los personajes femeninos adoptan un rol muy pasivo en toda la película, dejando las grandes peleas a los hombres muy hombres, muy fuertes y muy machos. Aunque por lo menos no cae en cruteces romanticonas, ni en decisiones determinadas por el amor hegemónico heterosexual, que se agradece.
Muy recomendable.