Título original: The Naked and the Dead
Dirección: Raoul Walsh
Guión: Denis Sanders, Tery Sanders
Música: Bernard Herrmann
Fotografía: Joseph LaShelle
Reparto: Aldo Ray, Cliff Robertson, Raymond Massey, Lili St. Cyr, Barbara Nichols, William Campbell, Richard Jaeckel, James Best, Joey Bishop, Jerry Paris
Productora: Paul Gregory Productions / Warner Bros. Pictures
País: Estados Unidos
Año: 1958
Duración: 131 min.
No es habitual ver películas estadounidenses críticas con la guerra y con el ejército que se ambienten en la Segunda Guerra Mundial, guerra que desde mil perspectivas se ha venido justificando -y justificaciones no faltaban, la verdad- tanto en la lucha contra el III Reich como en la lucha contra el Imperio japonés. Sin embargo, por muy justificada que fuera el combate contra el llamado ‘Eje’, ello no quita que los ejércitos aliados reprodujeran autoritarismo, clasismos, discriminaciones de todo tipo contra la tropa y entre la propia tropa, y situaciones provocadas con la irracional obediencia debida de la cadena de mando que terminaran en verdaderas tragedias.
La película nos muestra todo esto, y lo hace ambientando la historia en la toma a manos de EEUU de una de las infinitas islas que Japón tenía invadidas en el Pacífico. Y tiene el mérito de hacerlo en los felices años 50′, una época cultura de EEUU en la que la disidencia apenas existió oficialmente de ninguna forma. La realidad, obviamente, fue otra. De haberse hecho más tarde, la ambientación hubiera sido sin lugar a dudas en Vietnam, escenario preferido de la mayoría del cine antimilitarista más oficial. En cualquier caso, muy muy recomendable.
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