Basada de manera muy libre en el personaje de Luisa Isabel Álvarez de Toledo, aristócrata antifranquista andaluza conocida con el epíteto que da título a la película. El personaje es tomado como reclamo y como inspiración para realizar una película que va más allá de ella misma: a mediados de los noventa, en un pequeño pueblo gaditano, diversas presiones institucionales y empresariales intentan forzar a la duquesa a vender una arboleda para edificar viviendas. Quienes se oponen, alegan el peligro que supone para la fauna y flora locales, con camaleones cuya extinción peligraría. Para quienes están de acuerdo, supondría un pelotazo urbanístico y un buen pico económico, tanto a los empresarios como al alcalde corrupto. Y la forma de venderlo a la población es prometiendo empleos y turismo del que viviría la población mejor. Nada ha cambiado mucho en tres décadas, pese a las luchas de entonces y actuales por Doñana -que parecerían inspirar el film- o por las viviendas mal situadas o mal construidas destrozadas por las riadas en Valencia. El agua también es un problema en este caso, pero no por su exceso, sino por la carencia de lluvias y la patrimonialización de un embalse cercano.
El proyecto pasa a ser sometido a un referéndum, iniciándose todo un movimiento al respecto. Llegan ecologistas de todo el estado a sumarse, siendo su portavoz una joven del pueblo. Es, además, una persona trans, sin embargo esto no define su personaje del todo, sino más bien su talante ecologista. Una cuestión que dota a la película de un interés singular respecto a temas LGTBI. Frente al movimiento ecologista, veremos empresarios sin escrúpulos, alcaldes corruptos, gente chaquetera, gente comprada, represión, manipulación y muchos secretos de alcoba que florecen en los momentos menos oportunos. Una alegoría de la política en general, y de muchas otras luchas presentes por entonces y en la actualidad.
Decenas de miles de jóvenes africanos de piel negra participaron y murieron en la Primera Guerra Mundial a las órdenes de oficiales blancos. Mayoritariamente eran reclutados forzosamente en las colonias francesas, y a menudo eran empleados en misiones suicidas con el fin de minimizar las pérdidas de franceses blancos. Esto lo consiguieron a medias, ya que las trincheras eran tan mortíferas que las estadísticas no nos dan unas cifras claras de una proporción enorme de personas racializadas muertas frente a jóvenes blancos.
Lo que sí ocurrió durante toda la guerra, y la película lo narra tremendamente bien, fue la situación de racismo permanente que vivieron en el ejército. La primera escena ya nos coloca al ejército francés secuestrando varones en una aldea senegalesa para entrenarlos y llevarlos al frente. Una vez encuadrados, se topan con una red mafiosa compuesta por blancos y por negros con el fin de sacar pasta a los reclutas mediante favores que los puedan alejar de la tierra de nadie y poder tener más posibilidades de sobrevivir al a guerra. Y se toparán con un superior cegado por el honor militar, que lleva a sus subordinados a misiones con pocas posibilidades de sobrevivir, mientras sus posibilidades de resistirse o dar parte son prácticamente inexistentes.
La crudeza de la Gran Guerra se mezcla aquí con el imperio colonial francés y sus dinámicas horripilantes, que llevaron a la muerte a centenares de miles de personas a las que aquello ni les iba ni les venía, usando para ello todo el aparato racista que habían ido creando y que para entonces tenían bien operativo. Curioso que tras más de un siglo de cine francés de la Primera Guerra Mundial, con películas estrenadas sin haber acabado la guerra aún, haya sido en 2022 cuando se realizara la primera en tratar la cuestión de los soldados negros forzados.
Diversidad de personajes forrados de dinero coinciden en un crucero. Quienes parecen protagonistas son una influencer de redes sociales y un modelo, que está desde la primera escena coartado por trabajar en uno de los escasos empleos del mundo donde los hombres cobran menos que las mujeres. Eso le incluye a él. Con una retórica pseudo-feminista muy patética, intenta hablar esto con su pareja, con resultado bastante interesantes. Uno de los ejes en torno a los que gira el film es que varias de las relaciones personales y afectivo-sexuales que aparecen en la película lo son por conveniencia y por obtener algo a cambio. Y esto lo lleva la película hasta lugares insospechados.
Volviendo al crucero, entre el pasaje nos encontraremos con personajes de lo más nauseabundo, y otros simplemente idiotas, que justifican de diverso modo el ser completamente inútiles y no saber hacer la O con un canuto. El personal de barco oscila entre gente que tiene un entendible asco hacia la clientela, que evidentemente son clase trabajadora con diversos grados sociales, y los puestos más altos de la jerarquía de mando, que son serviles a los ricachones y se preocupan por que todo vaya bien. En el escalafón más alto tenemos al capitán, harto de la vida que lleva sirviendo a gente que desprecia, lo que le ha llevado al alcoholismo.
Hay diversas interpretaciones sobre el significado del film. La más lógico parece que se trata de una alegoría de hacia dónde va nuestra sociedad. El barco es ésta, y dentro hay una sociedad de clases, como la nuestra, que va a la deriva y que se puede hundir en cualquier momento, en nuestro caso por un colapso climático, social, económico, o todo a la vez. Y una vez pase esto, las tornas pueden cambiar muy drásticamente. Es muy catártica la escena en la que nadie va al mando del barco, porque el capitán, que es un estadounidense comunista, está debatiendo con un ruso capitalista, todo bañadísimo en alcohol.
Sin duda, es una película que nos habla de manera muy original y cruda de la sociedad de clases y del colapso, pero también es una película, con sus limitaciones a la hora de realizar según qué críticas. La ponemos en el blog por su original y su entretenimiento, y por dejarnos reflexiones muy guapas, pero tampoco es la película revolucionaria del siglo.
Tras la muerte de su padre, cinco hermanas son cuidadas por su abuela y su tío, que componen una familia de fuerte talante conservador en la Turquía actual. La primera escena de la película ya nos vaticina el resto del film: Las cinco reciben un castigo desproporcionado por haber estado jugando con chicos en la playa. Porque, si tienen fama de casquivanas en el pueblo, no encontrarán marido, objetivo principal de sus responsables.
Así pues, iremos viendo la cuestión de los matrimonios concertados de diversas formas, que nos da un retrato de la Turquía interior actual, lejos de los cuadros bonitos que se nos vende para que visitemos Ankara o Constantinopla: mafias, tráficos de influencia, amenazas, obsesión por la virginidad de las esposas, agresiones machistas y opresión absoluta, pero también veremos comportamientos de resistencia permanente, y alianzas entre ellas y con otras personas para poder llevar a cabo sus anhelos de libertad.
En resumen, tenemos una interesantísima película feminista que nos muestra el mundo rural turco desde la perspectiva de mujeres jóvenes.
En marzo de 1881, un grupo de militantes del conocido grupo Naródnaya Volia consiguió, tras muchos intentos, mandar con su dios al zar Alejandro II de Rusia. Pese a su talante refomista, por lo cual ha pasado a la historia, la represión, la pobreza y la explotación continuaron siendo la cotidianeidad de la mayor parte de la población del país. Las reformas llegaban tarde, tras décadas de represión, asesinatos colectivos e infinitas muertes por inanición, que habían desprestigiado el régimen zarista para una buena parte de la población.
Pese a que el marxismo tardó en implantarse en Rusia, y pese a que los grupos herederos de los que asesinaron al zar se opusieron mayoritariamente a la pronta deriva autoritaria de la Revolución Bolchevique, en 1967 la Unión Soviética estrena este film, que exalta la figura de que por las circunstancias terminó siendo la líder del grupo que derribó al autócrata.
La película aborda la vida de Sofiya Perovskaya, desde sus choches con su padre por sus ideas cada vez más radicales, hasta su implicación en los grupos narodniki, acabando con su asesinato en la horca. Vemos un contexto muy logrado del zarismo, de los debates políticos y de la organización de los grupos clandestinos. Y tiene el mérito de ser unamujer, además en un caso real, la protagonista de este largometraje, que por suerte y a pesar de retrotrarse casi un siglo, los tópicos machistas con los que a menudo se aborda la implicación de las mujeres en la lucha armada no aparecen tanto, y vemos un personaje con ideas propias y agencia. No hay que olvidar que el papel de las mujeres fue clave en estos grupos, y no fue la única mujer en ser responsable, incluso en ejecutar con sus manos, a altos mandos zaristas.
Recomendable.
En nuestro archivo. Los subtítulos están fatal, si alguien tiene otros, que nos escriba.
Tras la rendición de Francia ante la Alemania nazi en junio de 1940, se pactó que la mitad sureste de Francia seguiría quedando al margen de la ocupación -nada más lejos de la realidad- con un gobierno propio “continuista” de la III República, con el mariscal Pétain al frente y la capital en Vichy. Esta supuesta “Francia libre” durante los siguientes dos años y medio no dejó de ultraderechizarse cada vez más, a menudo por instigación del Eje nazi-fascista y por los acontecimientos de la guerra mundial, en un proceso paulatino que acabó con el país entero invadido por el III Reich.
En su primer año de vida, la Francia de Vichy tenía infinidad de grietas en su muro protofascista por las que intentaban salir permanentemente miles y miles de personas que habían huido de media Europa según los países iban sucumbiendo al fascismo, especialmente Alemania y la propia Francia. El régimen de Pétain se quedó con uno de los puertos franceses más importantes: Marsella, así como sus colonias norafricanas, con la costa occidental de Marruecos incluida, que miraba hacia América. Su cercanía con la España franquista, que permaneció distante a la guerra desde su apoyo al Eje, le permitía también trazar una vía de escapatoria hasta lograr llegar al puerto de Lisboa, al quedar también Portugal en una posición parecida a la española
Esta serie nos cuenta la historia del Comité de Rescate de Emergencia, un organismo antifascista creado en Nueva York que funcionó en la ciudad utilizando la posición neutral de los EEUU ante la guerra para sacar de Marsella a la mayor cantidad de gente posible. Para encabezarlo, se ofreció voluntario Varian Fry, que detestaba el nazismo desde los tiempos en que era reportero en el nuevo Berlín Nazi Sorteando a la Gestapo, a la policía francesa, a la Guardia Civil española y a menudo al propio personal del consulado estadounidense -pese a recibir apoyo de la esposa del presidente, Eleanor Roosevelt-, en un año de funcionamiento consiguieron sacar a unas 2000 personas por los Pirineos, de polizontes en barcos e incluso en aviones de carga. El apoyo de algunas mecenas fue esencial, como la joven Mary Jane Gold, heredera de una gran fortuna que puso su dinero y directamente su cuerpo en la salvación de refugiados. O el de Peggy Guggengheim, que acumuló obras de arte para evitar que las destruyeran los nazis, y luego se llevó varios artistas a Nueva York.
La serie nos pone de manifiesto la realidad represiva de este régimen político, sus vínculos y subordinación al nazismo, y también sus límites y tolerancias que fueron cada vez viéndose más influenciadas por un autoritarismo sin disimulo. También veremos los vínculos de una parte de la sociedad de los EEUU en favor del nazismo para hacer negocios con Alemania. Cambiándole el nombre probablemente para evitar denuncias, veremos a la empresa IBM comerciando con Alemania lo que más tarde serían las tarjetas informáticas que el nazismo empleó para el control de la población reclusa en los campos de concentración y exterminio. Y veremos su buena sintonía con estadounidenses detractores de Roosevelt y aislacionistas, con discursos que interpelan directamente a la situación política presente en el país.
Y también veremos la vida de quienes integraban el Comité y la de algunas de las personalidades más destacadas de la época cuyas vidas salvaron, o al menos lo intentaron. Aquí todo se entremezcla entre literatos, escritores, filósofas, músicos, cineastas, comunistas, anarquistas, liberales de izquierda, socialistas, judíos, asiáticos, espías, relaciones afectivo-sexuales -no siempre normativas-, simpatizantes y satélites. Por supervivencia y por la inevitabilidad de no actuar proactivamente ante situaciones así, veremos cómo miembros y colaboradores del comité terminan por estar en los primeros momentos de la organización de la Resistencia Francesa. Y aquí la serie tiene el mérito de haberle dado protagonismo a algo que muchas películas sobre este tema han ignorado reiteradamente: la presencia destacada de personas negras en la Resistencia, que buscaban con la expulsión de los nazis la propia liberación de sus territorios de origen, colonizados por Francia de la forma exacta en que los nazis estaban colonizando Europa.
Estamos ante una serie excelente que politiza un conflicto tan sumamente político como fue la Segunda Guerra Mundial, que en el cine ha quedado mayoritariamente despolitizado, como una simple lucha militar entre estados a gran escala. Nos ha faltado algo más de explicación en algunos casos, quizás por necesidades de guion, porque en otros no se corta. La persecución de la población judía en la Francia de Vichy aparece retratada, pero fue mucho más dura de lo que aparece, con miles y miles de deportaciones a Alemania, y ello impulsó a miembros de este grupo a unirse a la Resistencia. Nos falta la mención de exiliados españoles en el paso de los Pirineos, ya que vivían por todo el sur del país y participaron en esta y otras muchas redes. Y que fueron los primeros en habitar los campos de concentración franceses y cárceles improvisadas que luego la Francia de Vichy utilizó para recluir a estos refugiados de guerra. Y explicar algo más detallado de la vida de las personalidades prominentes que intentan salvar no habría estado demás. Por ejemplo, que aparezca Walter Benjamin y no se mencione la Escuela de Frankfurt, o que aparezca Hannah Arendt y no se mencione su destacado papel en la filosofía alemana, queda un poco raro.
En cualquier caso, una serie estupenda, entretenida y muy recomendable.
Luis consigue entrar en una Escuela Militar del Ejército Mexicano tras pasar una criba. De origen nativo y hablante del náhuatl, el empobrecimiento que se ha reservado a gran parte de los pueblos originarios en este país hace que su familia carezca de seguro médico. Y esto puede ser letal para su madre, al ser ésta diabética. Un tema muy de actualidad ahora, con los merecidos balazos que recientemente recibió el director de la mayor aseguradora sanitaria del país vecino. Parece que los Estados Unidos de México han copiado este criminal modelo a su homólogo del norte, pero, como en ambos países y en muchos otros, si eres militar tienes el seguro cubierto.
Para salvar a su madre, Luis entrega su vida a una institución completamente enfermiza, como iremos viendo a lo largo de la película. A los recién llegados les llaman “potros” y sus superiores inmediatos les discriminan, maltratan y afligen todo tipo de daños psicológicos y físicos, sancionados y normalizados en todo momento por la escuela y la jerarquía militar. Y con la resignación, cuando no participación, de los propios soldados sufrientes.
La película, además de mostrar una visión devastadora del ejército mexicano, toca multitud de temas interesantísimos, y lo hace de manera muy explícita: el racismo contra los pueblos originarios, la problemática del sistema sanitario mexicano, la corrupción, el ascenso social mediante el rango militar, la obediencia ciega a los valores militar y los mandos, la sexualidad reprimida, el maltrato y la deshumanización… Mención especial a los diversos momentos a lo largo del film en los que soldados mexicanos están riéndose mientras miran vídeos de suicidios o asesinatos con mutilaciones del narco. Práctica que, según parece, está basada en hechos reales. Y también merece destacarse la escena en la que, muy acorde a los vientos políticos que soplan de hace años en el México actual, vemos a los soldados recibiendo una clase sobre derechos humanos, después de que haya habido una vulneración salvaje de éstos dentro del propio cuartel.
Si la tuviéramos que describir con un adjetivo para describir esta película, original sería sin duda. No sólo posee una narración muy dinámica y chocante, sino que la propia temática es ya una raraavis audiovisual: no se trata de la vida de un presidente de los Estados Unidos, como es habitual tanto en ese país como en muchos otros, sino de uno de sus vicepresidentes, el republicano Dick Cheney, cuyo cargo trascurrió con la presidencia de George W. Bush. Es decir, que estamos ante uno de los responsables directos de dos de los crímenes internacionales de este milenio: las Invasiones de Afganistán e Irak.
Destaca también la crudeza con la que la película narra la carrera política de este señor: las manipulaciones permanentes, las conspiraciones, los tratos con empresas, el beneficio personal ante todo, la falta de lealtad con sus camaradas, sus gigantescos niveles de hipocresía en mil y una temáticas… Que se acrecientan cuando accede a la Casa Blanca, desarrollando todo una trama de personas de confianza para ostentar el máximo poder posible por encima incluso del presidente. Y se enfatiza su papel como promotor de las citadas invasiones, contratando servicios para que le ayuden a manipular la opinión pública, y asignando a dedo a las petroleras que llevarían a cabo la extracción y exportación del petróleo.
En resumen, el título es muy adecuado, la trama está muy bien elaborada y estamos ante un film biográfico muy pero que muy interesante. Muy recomendable.
En el marco de la guerra civil del Chad entre el gobierno y la rebelión apoyada por Sudán, el hotel donde trabajan Adam y Abdel, padre e hijo, es privatizado y el nuevo equipo propietario comienza a realizar despidos y a recolocar el personal en puestos que realmente no le corresponderían. Con la guerra de fondo, a Adam se le exije que no está colaborando lo suficiente con la causa gubernamental y que debe hacer un aporte.
Las desidias del mundo laboral, del colonialismo y de la guerra se juntan para describir una historia de fuerte drama familiar, que según avanza desarrolla más aristas y se enfanga cada vez más con el avance de la guerra y la cada vez mayor cercanía de ésta a quienes protagonizan el film.
Nos ha faltado mayor explicitud en estas dudando de si todo el mundo captaría lo que está diciendo el film, o que por desconocimiento de la historia política reciente del Chad, muchas de las cuestiones se queden en agua de borrajas. Pero quizás esto es fruto de nuestra euroblanquitud que nos hace no saber ni interesarnos mucho por los conflictos de esta zona, a pesar de que muchos ocurren por el control de recursos que principalmente usa Occidente, y en los que el propio Occidente se involucra, como es también este caso.
Este largometraje soviético nos lleva a la época de las guerras y revueltas en la península itálica por diversos intereses políticos que acabaron confluyendo en la creación del estado italiano moderno. El «Tábano» es un revolucionario que se enfrenta al ejército real desde su organización republicana «Italia libre». Es furibundamente anticlerical. En la prisión coincide con un joven que se entera que su padre es el sacerdote rector de su escuela. Esta experiencia le perturba completamente, y altera la trama absolutamente.
La película adapta una novela inyectándole más anticlericalismo, en un contexto en el que las jerarquías ortodoxas eran perseguidas y el culto personal mal visto en la Unión Soviética. Esto hizo incluso catalogar de tibio el film, cuando es manifiestamente anticlerical, aunque sí que busca entrar en la psique del personaje religioso. Cuestones como la complicidad del catolicismo en la represión están bien explícitas.